La intervención en el Congreso de María Luisa Cava de Llano, Defensora del Pueblo en funciones, ha pasado desapercibida. Demasiado desapercibida para la importancia que ha tenido. En medio de una precampaña electoral eterna, como estamos viviendo, y en la que cada día se nos sorprende con una tontería como es esto del Impuesto sobre el Patrimonio, la señora Cava de Llano ha anunciado que va a solicitar al Ministerio de Justicia que estudie con «toda seriedad y rigor» la inclusión del «despilfarro» del dinero público y su tipificación como delito en el Código Penal.
Y ha hecho un reproche social sobre un tema porque «escandaliza a los ciudadanos» y representa «un clamor en la calle”, por culpa de las «deudas que habrán de pagar las futuras generaciones».
Grande Maria Luisa. Porque de lo que se trata es de mirar hacia el futuro. No se puede volver a consentir el despilfarro de los políticos.
Lo que sabemos que ha pasado en Castilla-La Mancha, Extremadura y Baleares, tiene que estar castigado penalmente.
Los políticos no se pueden ir de rositas así porque sí.
Pinocchio
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