viernes, abril 19, 2024
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Reflexión docente

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Debo confesar que estoy confundido y en estado de shock. Verán: por razones personales que no vienen al caso he estado alejado desde hace unos años del mundo de los colegios e institutos. En una ya lejana ocasión me dispuse a dar alguna oportunidad a la nostalgia y me dirigí a visitar uno de mis internados. Cuando observé por los pasillos a un grupo de chicas, sufrí un vahído a causa del cual casi debieron hospitalizarme. Era una visión insólita en mi colegio, el cual había experimentado en esos años la transformación de masculino a mixto. Mi ataque era una mezcla de desconcierto y envidia hacia las nuevas generaciones que podían coexistir con el antaño prohibidísimo universo femenino.

También descubrí el cambio estético. Los nuevos maestros habían adoptado una apariencia que en mi disco duro no podía archivarlos en la carpeta de profesores. Finalmente les he encontrado cobijo en la carpeta de inclasificables varios que lleva por nombre, sin ánimo peyorativo: “Público del plató de Sálvame de Luxe”, que, como ustedes saben, es el de la noche. El de la tarde lo componen solo señoras y es otra carpeta.

Ruego disculpen los actuales maestros el rígido y anticuado criterio estético de mí ya  citado disco duro. El mismo se formó en esforzados años infantiles y juveniles de aprendizaje o en recreaciones como las del prestigioso colegio de Hogwarts, que como todo el mundo sabe, albergó a un alumno muy especial llamado Harry Potter.

En estas vivencias, los profesores eran seres de edad indefinida, cara impenetrable que podía esconder rasgos de bondad o sadismo (ya que de todo había y supongo que hay), vestimentas austeras, corbatas anodinas, rigurosos trajes de chaqueta, negros para ellas (precursores de la moda Armani) y ademanes equilibrados que provocaban afinidad o pavor entre los alumnos. Los de ahora han roto el molde. Ignoro si esto es bueno o malo. Constato solamente que el cambio estético ha sido abismal.

A partir de ahí, sin que lo dicho fuera la causa, se sucedieron más novedades: los alumnos amenazan a los profesores, los padres se sublevan si estos riñen a sus hijos, la calidad de la enseñanza española se sitúa en la cola de Europa, los políticos a lo suyo si es que no ofenden a los profesores, la enseñanza privada alcanza precios poco “sostenibles” (mucho menos en plena crisis) y por último los maestros van a la huelga o se recluyen en sus centros educativos como los futbolistas menos afortunados lo hacen en sus vestuarios.

Yo pregunto: ¿Es posible dejar la enseñanza pública y privada en manos de El Corte Inglés? Ya tienen libros, bolis, cuadernos y uniformes. En mi opinión esta gente sabe gestionar con sentido común, ética, estética y además con facilidades de pago. Habría que pensarlo.

Como pueden observar continúo en estado de shock. No se enfaden conmigo.

Hasta la semana que viene.

Estrella Digital respeta y promueve la libertad de prensa y de expresión. Las opiniones de los columnistas son libres y propias y no tienen que ser necesariamente compartidas por la línea editorial del periódico.

Paco Fochs

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