Desde que saltó la noticia de que Palomo Linares y Marina Danko habían roto después de 34 años de matrimonio, todas las miradas se volvieron hacia la colombiana, quizá porque al ser el eslabón más débil de la pareja, lo fácil era pensar que era ella quien quería emprender una nueva vida, cuando lo cierto es que desde que dio portazo a su matrimonio no sólo ha guardado un silencio sepulcral sino que se ha negado a conceder entrevistas, incluso a hablar con sus amigos de un tema que le enciende el alma. Todo lo contrario de lo que ha hecho el diestro, quien en conversaciones privadas se ha mostrado sorprendido por el paso dado por su esposa y madre de sus tres hijos, sin causa aparente, según él. Dejando entrever que ella era la causante de la separación.
Hasta aquí la forma en que se desarrollaron unos acontecimientos que alcanzaron su máximo climax cuando Palomo tuvo que ser ingresado en un hospital de Madrid, debido a la angina de pecho que sufrió cuando se encontraba sólo en casa. Suerte que le encontró su hijo Miguel y le llevó a una clínica donde le atendieron inmediatamente.
Han sido muchos los que en esos momentos se han ensañado con Marina, dibujando un retrato suyo que en nada se corresponde con su personalidad. De ella se ha dicho de todo menos que era bonita, sólo porque sorprendió que no la vieron entrar en el hospital donde estaba ingresado el diestro, cuando lo cierto es que Marina visitó a su marido poco después de que sus hijos le dieran la trágica noticia. Y que fue el propio Palomo el que le impidió entrar en la UCI.
Ante situación tan insólita, Marina ha decidido dar su versión a la revista «¡Hola!», aclarando los motivos por los que decidió salir del que ha sido su hogar en los últimos 34 años. Unas declaraciones que no tienen desperdicio y que arrojan luz sobre una ruptura que nadie esperaba: «Yo no he dado ningún paso, lo han dado por mi. Yo no he abandonado mi casa. Mi marido, sin motivo alguno, es el que no quería que estuviera más a su lado. Desde entonces, no he podido volver»…
«Me dijo que quería vivir solo y que quería vivir su vida»… «De unos años para acá, Sebastián no es el mismo que yo conocí y ese cambio me ha tenido totalmente bloqueada: realmente noté que él ya no era la persona de la que me enamoré»… «Por mi parte no hay terceras personas; por parte de Sebastián, él sabrá».
Lástima que cuando el amor termina no se termine al mismo tiempo para ambas partes, así se evitarían tener que sufrir innecesariamente. Más, tratándose de dos personas que no han dado escándalos y que siempre fueron un ejemplo de armonía familiar y sentimental.
Estrella Digital respeta y promueve la libertad de prensa y de expresión. Las opiniones de los columnistas son libres y propias y no tienen que ser necesariamente compartidas por la línea editorial del periódico.
Rosa Villacastín