Las elecciones del 20N se disputarán más que nunca en internet. Los grandes partidos se han lanzado a internet y a las redes sociales. Acabada la campaña de 2008, expertos y responsables electorales ya anunciaron que las próximas elecciones serían en internet. El impacto del 15M y de movimientos como #nolesvotes muestran su influencia en una política que cada día más se debate y promueve en la televisión e internet. El candidato socialista se ha lanzado a reinventarse en las redes sociales con @conRubalcaba y el PP se ha apresurado a mostrarse abierto con yocambiaria.es, donde se recogen propuestas ciudadanas. Pero la política en las redes no evitará el freno del desarrollo de la sociedad de la información con un parón legislativo que retrasará todavía más su lento caminar.
El movimiento contra el canon digital se salvó del parón. El Congreso aprobó su reforma a mediados de julio después de meses de retraso gubernamental en cambiar un impuesto injusto pese a las sentencias de la Audiencia Nacional y el Tribunal de Justicia Europeo.
Pero otras leyes dependientes de Presidencia como la ley de transparencia y acceso a la información pública no serán aprobadas en lo que resta de legislatura. El ministro Ramón Jáuregui y el secretario general de la Presidencia, José Enrique Serrano, son los responsables. Después de encontrarse con una movilización ciudadana en las redes sociales a favor de esta ley imprescindible para un gobierno abierto y más transparente, sus promesas se fueron debilitando y el proyecto quedó de nuevo arrumbado en sus cajones.
Jáuregui prometió en marzo tenerla lista en un mes, pero no ha sido hasta el último Consejo de Ministros, el día del anuncio del adelanto electoral, cuando se ha aprobado un anteproyecto aún muy insuficiente.
Otra que no completará su trámite será la ley de telecomunicaciones después de casi dos años de retraso. Una norma fundamental cuando la Comisión Europea vuelve a suspender a España por los altos precios y la baja calidad de la banda ancha, con un mercado todavía muy dominado por el ex monopolio Telefónica y un uso muy consumista pero poco productivo por empresas y usuarios.
La banda ancha es un 37,5% más cara en España respecto a la media europea, según la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, y las velocidades son más bajas. A última hora se introdujo una enmienda para garantizar la neutralidad de la red que debería evitar que las grandes telecos impongan una internet de varias velocidades y con diferentes servicios mientras siguen remisas en la inversión en redes de nueva generación.
En cuanto a los medios, el freno a los anuncios de prostitución se retrasa y los editores ya pueden estar tranquilos con la ley de igualdad de trato. El dinero de la propaganda electoral volverá a fluir, pero menos que en otras ocasiones por los límites acordados en la Ley Electoral y los recortes de unos partidos que acaban de disputar unas autonómicas y locales.
Las cuotas electorales en los informativos siguen vigentes tanto para las televisiones públicas como para las privadas y en las tertulias todo el mundo sabe qué y a quién va a defender cada uno de los alineados tertulianos.
Muchos canales para mucha política, todavía poco transparente y participativa, menos 3.0 de lo que a muchos les gustaría. Pero los ciudadanos han aprendido a organizarse, exigir y protestar en las redes. Esa experiencia hará distintas a las próximas elecciones.
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Juan Varela