Estamos en el momento exacto para la convocatoria de elecciones generales. El mes de Noviembre recorre los mentideros como fecha ideal. Hay que cerrar esta legislatura e iniciar un camino nuevo conducido por otros en busca de la auténtica recuperación económica, esa que Zapatero no ha encontrado pero que Rubalcaba y Rajoy saben como abordarla, si tenemos en cuenta sus declaraciones.
Siempre he pensado que los candidatos son seres superiores que, por alguna razón que desconocemos los mortales, saben lo que hay que hacer en cada momento y que están para guiarnos por el sendero apropiado. Y así es. Ahí tienen a Rubalcaba, nada más y nada menos que Vicepresidente de un gobierno que no sabe como arreglar este desaguisado que tenemos, pero en el mismo momento en que se convierte en candidato a la presidencia del gobierno, encuentra la fórmula para acabar con el paro, con las inversiones, con la sanidad, con la educación e, incluso, ha detectado la necesidad de cambiar el sistema electoral. Y no serán las últimas, aparecerán nuevas ideas de aquí a las elecciones. ¿Y eso por qué ha sucedido?, porque ahora es el candidato.
No hay más que verlo. Como Zapatero ya no lo es, pues las reformas que tiene que abordar le salen “de aquella manera”, que dicen los gallegos cuando no quieren definir una situación. Unas veces porque el PNV no está de acuerdo, otras porque CiU quiere que se haga más a su estilo o porque Coalición Canarias quiere más dinero, el caso es que las reformas necesarias incluyen tantos condicionantes que cualquier parecido con la necesidad es pura coincidencia.
Por eso hacen falta elecciones y que el nuevo gobierno, con su mayoría recién estrenada, haga lo que haya que hacer sin el chantaje nacionalista, ¿o no?. Pues eso, que ha llegado el momento de llamarnos a las urnas.
Es hora de que alguien coja las riendas y tome decisiones de verdad, bajo los intereses generales del Estado. Es conveniente inaugurar una nueva etapa más creíble en la que podamos tener fe.
Que Zapatero se retire ahora que todos quieren ir a las urnas y el PSOE ha encontrado una esperanza que se llama Rubalcaba.
Pero eso si, sin mentiras, sin propaganda. Acuérdense que los políticos siguen siendo el tercer problema para los ciudadanos. No lo empeoren.
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Pedro Fernández