A Rubalcaba no le gusta llamarse Pérez. A partir de ahora será Alfredo P Punto Rubalcaba. Malo, a Zapatero tampoco le gustaba llamarse Rodríguez.
Yo entiendo que el marketing político forma parte del juego electoral porque, a fin de cuentas, el mercadeo forma parte de nuestra vida y, como hay que adaptarse a los tiempos, supongo que eso de llamarse Pérez no es comercial.
Claro que también puede deberse a que, a sus asesores, no les gusta lo de Pérez porque han recordado aquel epigrama que Francisco de Quevedo le dedicó al escritor Juan Pérez de Montalbán:
“El doctor tú te lo pones,
el Montalbán no lo tienes;
conque, quitándote el don,
vienes a quedar en Juan Pérez”.
Esperemos que, ahora, a esos brillantes consejeros no se les ocurra cambiar aquel símbolo de la ceja de ZP por el de la calva de Alfredo. Sería descorazonador.
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Pinocchio