El aprendiz de mago se ha hecho mayor. Los tiempos de la escuela de magia de Howarts pasaron. Han sido muchos años y siete novelas de una de las sagas más famosas de la historia. Pero el tiempo de Lord Voldemort ha llegado. Quizá no para los padres fantasmales del huérfano Potter, pero sí para sus padres putativos, los editores que confiaron en la imaginación de J. K. Rowling. Harry se independiza de los editores con Pottermore.com, la web donde se comercializarán los ebooks del mago adolescente.
Rowling se transmuta en el malvado Voldemort y abjura de los tíos y tutores que criaron a Harry, mago incomprendido. La autora sigue ahora el vuelo de las lechuzas con una web donde los millones de seguidores de Harry podrán al fin encontrar sus aventuras en ebook. Sin intermediarios, sin comisiones, sin control sobre el trabajo de la escritora.
J. K. Rowling nunca leyó libros electrónicos hasta hace bien poco. Siempre evitó comercializarlos por miedo a las copias y mantuvo sonoras y malentendidas disputas con sus fans sobre las secuelas, remedos y versiones del niño mago en las redes sociales y las fan fiction, donde los devotos se dan cita para vivir y reescribir la magia.
Voldemort vigilaba. Y retenía los derechos digitales con el celo del guardián de la piedra filosofal. Pero Rowling ha llegado al ebook y ha visto que en el nuevo soporte la magia de Potter no tiene límites.
En unos meses, Harry tendrá librería digital propia, Pottermore.com, y se liberará de las condiciones de los editores o de las grandes plataformas digitales como Amazon o Apple. Venderá libros en formato ePub y aprovechará material inédito para aumentar la fascinación y el consumo de sus lectores.
Rowling puede ser el revulsivo para muchos autores que ya no necesitan de editores o comercializadores. El mago joven puede reinventar el concepto de las sagas o de las obras completas para ofrecer una experiencia mágica, continua, extensa, íntima y directa a sus lectores multipantalla.
Cuando sitios como Byliner.com o los libros convertidos en aplicaciones de tabletas revolucionan la literatura, los libros animados de Howarts ya son realidad. Rowling no juega al quidditch, la hora de la independencia de los best sellers llega y no hay hechizo que los ate al viejo negocio editorial.
Comienza un tiempo diferente para que los grandes autores creen un lazo y un mercado más intenso con sus lectores.
Juan Varela