Muchas y muy ingeniosas pancartas he visto en las acampadas y marchas «indignadas». Todo un alarde de imaginación, aunque a veces excesivamente impostada, recreada en un «que origínalo soy y con cierto rebufo del mayo del 68. Pero muy ocurrentes en su mayoría. Se nota que les dedican tiempo y que cada cual quiere con ello comprimir, me imagino que para luego «tuitearla», todo un cuerpo de doctrina en una frase. Digno de estudio y recopilación me parece y hasta puede que me ponga a la tarea.
Las he leído abordando los más diversos asuntos con especial predilección por la banca, los políticos, los empresarios, el pueblo en general y el maligno mercado en particular. Pero también las hay hermosas sobre el amor, la libertad, la ecología, el mundo, el sueño y la vida. Ya digo, de todo.
Pero aunque he buscado con cierto interés en tanto cartel enarbolado sigo echando en falta una. Y me parece en verdad tan clamorosa como significativa su ausencia. No he visto una sola que dijera «Queremos trabajo». No la he visto en el país de los cinco millones de parados.
Antonio Pérez Henares