El 22 de mayo votaré. Y lo haré por la izquierda. Defenderé el cambio de gobierno en mi comunidad. No creo que el 15M sea el 11M; es más, creo que es todo lo contrario: libertad de información, veracidad y responsabilidad política. Votaré porque en muchas cosas estoy de acuerdo con los manifestantes de la Puerta del Sol. Y por eso votaré. Porque sí hay un cambio posible, y será el que traiga la izquierda.
Me explicaré: No todos los políticos son iguales. Los políticos corruptos de la ¨’Gürtel’ se asientan en el PP, no en el PSOE, ni en IU. Las cosas como son. Así que la demanda de legitimidad democrática por encima de los intereses personales se garantiza no votando al PP. Así de sencillo y así de claro.
Esa me parece, de entre todas, la más razonable de las quejas: que la corrupción no nos coma. Lo creo y me uno al clamor popular.
Podría pensar en otras cosas, en desgranar su programa, el de la derecha, pero creo que no es el momento. Me limito a pensar en el mundo, en la sociedad en la que creo; eso me une a la Puerta del Sol. Me distancia la falta de sentido democrático, precisamente lo que ellos denuncian del sistema. Entre cambio y cambio, votos. Eso es en lo que creo. En el voto libre y decidido de cualquier elector.
La jornada de reflexión está llamada a poner en cuestión nuestros valores democráticos. Lo entiendo en parte: es normal recelar de una justicia incapaz de resolver los asuntos de la corrupción y la miseria moral que acompaña la gestión del PP: Democracia de verdad exige comportamientos éticos.
Votaré a la izquierda porque creo en la profundidad de los problemas frente a la volatilidad de las quejas: votaré por las respuestas reales; votaré por la sanidad pública, por la educación y por el estado de bienestar. Por eso votaré. Y sepan que ni me equivoco, ni me confundo.
Si me permiten, además, me sumo a la idea sartriana del compromiso político: votaré, como he dicho, por la izquierda; y votaré por el partido que con ciento treinta años de historia y una fuerte convicción social es quien pude construir un muro de contención que frene el terrible movimiento antisocial que representa el PP. Yo lo tengo claro, sólo reflexiono sobre los problemas que habrá que resolver si gana la derecha.
Rafael García Rico