jueves, marzo 28, 2024
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Fotografía incompleta

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La esperada fotografía entre Patxi López y Antonio Basagoiti, ambos galardonados por la Sociedad liberal El Sitio con el XX Premio a las Libertades el Dos de Mayo, en Bilbao, no se llegó a producir. El lehendakari delegó su presencia en la portavoz del Gobierno Vasco, la eficaz Idoia Mendia, Consejera de justicia. Al pie de las Calzadas de Mallona, el escenario ofreció una solemnidad a medias, aunque no faltaran el alcalde Azkuna ni otros representantes municipales. 

La incompleta imagen hubiera sido irrelevante en otra circunstancia; ambos han recibido diversos premios por una alternativa de gobierno en una Comunidad en el que han sido la diana del terrorismo etarra. La última ocasión, el 17 de marzo, comparecieron juntos en Tuña, la aldea asturiana donde nació el general Riego, que en 1820 proclamó en Las Cabezas de San Juan (Sevilla) la Constitución de Cádiz. 

Pero era una ocasión distinta. Una de esas en la que los gestos van más allá de las palabras. El acto coincidía con el segundo aniversario del pacto político que propició el cambio en Ajuria Enea, por lo que la imagen conjunta hubiera reforzado el simbolismo. Y no era el caso. El acto emergía en plena distancia entre los dos partidos ante un asunto clave sobre la sentencia del Supremo contra las listas de Bildu. El acuerdo entre los dos partidos, un compromiso en emplear “todos los instrumentos del Estado de Derecho” para combatir a ETA, no pasa por el mejor momento. Existe una diferencia de fondo en lo que se ha dado en llamar el final del terrorismo.

Los mensajes que reciben socialistas y populares vascos sobre la evolución del mundo político de ETA, son esperanzadores para el PSE; para el PP, dudosos. Los socialistas se inclinan por creer en la ruptura entre Batasuna y la banda, mientras que a los populares les parece increíble que la formación ilegalizada rompa consigo misma.

Basagoiti recogió el premio de la Sociedad El Sitio, decidido a seguir dando apoyo a un lehendakari que horas después revalidó su defensa de Bildu en una petición solapada al Constitucional. El líder popular resalta la bondad de los dos años transcurridos y ante quienes recelan de la postura del PSE, discierne entre las palabras de su aliado y sus hechos.

La encrucijada de los socialistas vascos se cierne en su convencimiento de que los espléndidos resultados de 2009 premiaron su negociación fallida con ETA/Batasuna y en el temor de que la marea de desgaste del PSOE pudiera alcanzarles. Pero haría falta un acto de prestidigitación para comprobar si, en efecto, aquella fotografía de Patxi López con Otegi en San Sebastián, el 7 de julio de 2006, le otorgó más apoyos que los de quienes ansiaban el cambio. Entonces, Otegi afirmó que aquella era una “foto de gran calado político y de importancia extrema”; mientras el hoy lehendakari la definió como una “foto inédita que ojala sea la de un nuevo tiempo”. Para Rajoy fue inmoral. No pasaron dos años, cuando en marzo de 2008, en la campaña electoral, el socialista Isaías Carrasco caía asesinado. Después de que ETA enterrara en la T-4 la negociación. Fotografías que hablan.

Chelo Aparicio

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