jueves, abril 18, 2024
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Los presupuestos dogmáticos de Paul Ryan

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«Esto no son unos presupuestos», decía Paul Ryan al presentar los planes presupuestarios de los Republicanos a 10 años. «Esto es una causa».

Palabras más ciertas nunca se han pronunciado.

El documento que facilita el secretario del Comité Presupuestario de la Cámara no es una propuesta presupuestaria seria porque fracasa en la misión central de atajar el déficit y paliar la deuda.

Sin lugar a dudas, Ryan acomete ciertos recortes importantes: Resta cientos de miles de millones de dólares al programa Medicaid de los pobres, corta las pensiones del programa Medicare de la tercera edad, y rebaja de forma drástica el gasto proyectado en transportes, energía, educación, las pensiones de los veteranos, las compensaciones agrícolas, el contraterrorismo y muchos más apartados.

Pero a pesar de todos estos recortes, el plan de los Republicanos eleva la deuda federal más de 8 billones de dólares los 10 próximos años, y prolonga el déficit presupuestario federal prácticamente hasta el año 2040. Bajo la enmienda de disciplina presupuestaria a la Constitución contemplada que Ryan y sus colegas Republicanos dicen apoyar, los presupuestos de Ryan la vulneran durante el próximo cuarto de siglo al menos.

¿Cómo pueden hacer recortes tan sustanciales los Republicanos de la Cámara y no solucionar la crisis de la deuda a pesar de ello? Simple: La propuesta de Ryan no constituye unos presupuestos. Constituye un manifiesto de la cruzada contra las subidas de los impuestos. Los planes Republicanos reducen la recaudación pública 4 billones de dólares a lo largo de los 10 próximos años a causa de bajadas tributarias, incluyendo la reducción del tipo fiscal de las empresas y las rentas más altas.

El martes, Ryan anunciaba que la propuesta presupuestaria del ejercicio 2012 de la Casa Blanca es infumable, y tiene razón. Los presupuestos del presidente Obama son insensatos, al no ocuparse de lo social y depender de supuestos irrealmente optimistas. Pero los presupuestos de Ryan son irresponsables en la misma medida. Mete la tijera a la seguridad social y profesa pronósticos estúpidos propios, incluyendo el cálculo de la Heritage Foundation que dice que los planes de Ryan reducirán el paro al 4% en 2015 y al 2,8% en 2021.

Peor aún, Ryan insiste en que prácticamente todos los dolores provienen de programas sociales apreciados por los Demócratas, al tiempo que deja intactos los programas de defensa y exige pequeños sacrificios a los contribuyentes más ricos.

De haber sido serio a la hora de alcanzar un acuerdo presupuestario, Ryan habría ofrecido algo en la línea de la propuesta de la comisión Bowles-Simpson de disciplina fiscal, de la que formaba parte. Utilizando una combinación de subidas tributarias y recortes del gasto público, sus integrantes concibieron una fórmula que reduciría el déficit 4 billones de dólares de aquí a 2020, que estabilizaría la deuda hacia el año 2014, y conservaría solvente la seguridad social 75 años. Un colectivo bipartidista del Senado trabaja para redactar un compromiso parecido.

Pero Ryan, que discrepó de las recomendaciones de la comisión, parece estar más interesado en abrir un enfrentamiento en torno a esto durante la campaña de 2012 que en cerrar un acuerdo. Preguntado en rueda de prensa el martes si alguna de sus propuestas se promulgaría antes de las elecciones, respondía: «En último término podríamos tener que celebrar solamente un debate o tomar una decisión en este país sobre dos futuros posibles».

Una hora más tarde, Ryan ofrecía una variación del mismo tema en un discurso ante el American Enterprise Institute: «Si no logramos acuerdos en el periodo transcurrido a causa de cuestiones políticas o de lo que sea, al menos tendremos posibilidades reales en 2012».

Los Demócratas, sin duda, estarán encantados de entrar en esa campaña. Lo van a pasar bomba señalando que, en 2016, los Republicanos recortarán el gasto propuesto por Obama en educación un 36% y su gasto en transportes un 41%. Pueden señalar que los Republicanos restan 19.000 millones de dólares a los veteranos y no destinan nada a energías.

Los Demócratas también podrían defender, como hace la Oficina Presupuestaria del Congreso, que la propuesta de convertir el programa Medicare de los ancianos en un programa privado que utiliza compensaciones al estilo de recetas llevaría a gastos más elevados a abonar por el afiliado. Esto obligaría inevitablemente a meter más ancianos en residencias, pero Ryan también resta 771.000 millones de dólares al programa Medicaid de los pobres, alrededor de la mitad de lo cual financia las residencias de los ancianos, según Scott Lilly, del Centro para el Progreso Estadounidense. ¿Quiere Ryan ver anuncios Demócratas en televisión diciendo que los Republicanos dejan en la calle a los jubilados pobres?

«¿Qué les diría usted a los Republicanos nerviosos que dicen que se trata de una misión política suicida?» preguntaba a Ryan Jonathan Karl en ABC News. ¿Acaba de dar el secretario «una gran diana a los Demócratas que les puede costar en última instancia su mayoría a los Republicanos?»

«Ellos no están aquí para forjarse una carrera política», respondía Ryan. «Vinieron por una causa».

Si esa causa fuera extinguir el déficit, entonces la solución ya está a la vista. «Si va usted tan lejos como llegó con las bajadas tributarias», preguntaba a Ryan Dana Bash en CNN, «¿no se podrían equilibrar antes los presupuestos?»

Ryan aceptaba que esto es verdad, «sobre el papel».

Pero hacer lo sensato sobre el papel es mucho menos divertido que asaltar las murallas por una causa.

Dana Milbank

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