Todos los grandes periódicos del pequeño Madrid del poder titularon este domingo con una misma información: José Luis Rodríguez Zapatero no repetirá como candidato en 2012 y lo anunciará el sábado 2 de abril, en el próximo Comité Federal del PSOE. Tanta casualidad escama para una noticia sobre la que su principal protagonista, el presidente, se resiste a decir nada. Así que cabe preguntarse a qué viene tanta unanimidad y quiénes son los interesados en acelerar este proceso. Al día siguiente, en la Ejecutiva Federal del PSOE, a puerta cerrada, Zapatero mandó un aviso a esos mismos navegantes: “Siempre me habéis reconocido una buena capacidad para gestionar los tiempos y esta vez no será una excepción”, dijo a los suyos. Traducido: a Zapatero le molestó la filtración y dejó claro que no se dejará influir por lo que salga publicado en los periódicos. “Haré lo mejor para el partido y para el país”.
No es la primera vez que Zapatero cambia de planes después de que se publiquen en la prensa. Hace menos de un año, a final de la pasada primavera, retrasó la crisis de Gobierno, la jubilación de De la Vega y el relevo al frente del partido –la salida de Leire Pajín de la secretaría de Organización– porque varios periódicos publicaron que esos cambios iban a ser inminentes. Y lo iban a ser, pero Zapatero los retrasó hasta otoño precisamente porque la prensa los publicó antes.
¿Puede suceder esta vez lo mismo? Algunos así lo creen en el PSOE. A Zapatero no le gusta nada que le marquen la agenda, menos aún la de su propia retirada. Y las presiones en el partido para que diga ya mismo que no repetirá como candidato, para que anuncie que se va antes de las elecciones autonómicas y municipales, están siendo más fuertes que nunca, tanto en público como en privado. Es muy probable que la noticia de su salida para el 2 de abril fuese completamente cierta –si es así, muy pocos lo sabrían con certeza–. Pero el hecho de que se haya contado antes de tiempo podría provocar justo el efecto contrario.
Ignacio Escolar