sábado, abril 20, 2024
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Del bien y del ruido

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“El bien no hace ruido”, sentenció ayer José Bono, presidente del Congreso, cuando se le preguntó por el locuaz fin de semana en torno a la sucesión de José Luis Rodriguez Zapatero que, como está en el guión, también ayer guardó silencio y dejo abierta sine die su decisión no sin apostillar que se siente tan apoyado como el primer día.
Es obvio que en el PSOE hay mucho ruido, preocupación y desasosiego pero el Presidente si algo tiene claro es no dejarse contagiar por ese ánimo general. Quienes le conocen bien no acaban de entender cómo es posible que algunos insistan tanto en que se pronuncie y que “una y otra vez le presionen algún que otro fín de semana. Ahora el Presidente tiene muchos frentes abiertos que requieren toda su atención y a ello se dedica”, afirma un buen amigo suyo que si bien está implicado en la suerte del PSOE , se ha colocado al margen de los dimes y diretes.
Mientras el Presidente calla – y lo seguirá haciendo–, otros invierten mucho tiempo en dirigirse bien a Carmen Chacon , bien a Rubalcaba con quienes se desahogan y a quienes cuentan sus reflexiones haciéndoles ver lo bueno que seria que dieran el paso. De momento, ni Chacón ni
 Rubalcaba han movido una ceja. Como todos los demás están a la espera de que el Presidente hable pero en contra de lo que pudiera parecer ambos apuestan por Zapatero como candidato. Para ellos sería un alivio, un argumento incuestionable para no dar un paso adelante que en las actuales circunstancias bien podría ser iniciar el camino de la derrota.
Algunos barones están convencidos que la continuidad de Zapatero, el que no desvele su secreto va a ser para ellos un baldón electoral. Pero ¿en qué quedamos?. ¿No quiere el PSOE “territorializar” la campaña?. ¿No quiere que se hable de los problemas y logros autonómicos y municipales?.¿Por qué ese afán de algunos barones si a quienes se les va a juzgar es a ellos y no a Zapatero según ha establecido José Blanco?.
Llegados a este punto de la legislatura el que Zapatero desvele o no sus intenciones no va ser una circunstancia que determine la suerte electoral de quienes ahora se someten a las urnas. Lo que ayuda o perjudica es la marca, la percepción general de una larga gestión, el cúmulo de ocurrencias—que las ha habido—y de decisiones que cuando se han tomado todos han callado.
El globo del 2 de Abril se ha desinflado aunque aún hay tiempo para que se vuelva a hinchar. Será ya en ese mes cuando el PSOE mire con lupa las encuestas. “Las que se hacen a más distancia de las elecciones no tienen especial valor”, sentencian en Ferraz en donde ultiman la agenda electoral del Presidente. Será una presencia discreta y selectiva. No habrá actos multitudinarios y él esperará a los resultados. Para quien le quiera escuchar, Zapatero ha recordado que él cuando se ha presentado ha ganado. Ahora le toca a otros y por eso el Presidente calla y espera mientras el ruido se adueña de los impacientes.

“El bien no hace ruido”, sentenció ayer José Bono, presidente del Congreso, cuando se le preguntó por el locuaz fin de semana en torno a la sucesión de José Luis Rodriguez Zapatero que, como está en el guión, también ayer guardó silencio y dejo abierta sine die su decisión no sin apostillar que se siente tan apoyado como el primer día.
Es obvio que en el PSOE hay mucho ruido, preocupación y desasosiego pero el Presidente si algo tiene claro es no dejarse contagiar por ese ánimo general. Quienes le conocen bien no acaban de entender cómo es posible que algunos insistan tanto en que se pronuncie y que “una y otra vez le presionen algún que otro fín de semana. Ahora el Presidente tiene muchos frentes abiertos que requieren toda su atención y a ello se dedica”, afirma un buen amigo suyo que si bien está implicado en la suerte del PSOE , se ha colocado al margen de los dimes y diretes.
Mientras el Presidente calla – y lo seguirá haciendo–, otros invierten mucho tiempo en dirigirse bien a Carmen Chacon , bien a Rubalcaba con quienes se desahogan y a quienes cuentan sus reflexiones haciéndoles ver lo bueno que seria que dieran el paso. De momento, ni Chacón ni Rubalcaba han movido una ceja. Como todos los demás están a la espera de que el Presidente hable pero en contra de lo que pudiera parecer ambos apuestan por Zapatero como candidato. Para ellos sería un alivio, un argumento incuestionable para no dar un paso adelante que en las actuales circunstancias bien podría ser iniciar el camino de la derrota.
Algunos barones están convencidos que la continuidad de Zapatero, el que no desvele su secreto va a ser para ellos un baldón electoral. Pero ¿en qué quedamos?. ¿No quiere el PSOE “territorializar” la campaña?. ¿No quiere que se hable de los problemas y logros autonómicos y municipales?.¿Por qué ese afán de algunos barones si a quienes se les va a juzgar es a ellos y no a Zapatero según ha establecido José Blanco?.
Llegados a este punto de la legislatura el que Zapatero desvele o no sus intenciones no va ser una circunstancia que determine la suerte electoral de quienes ahora se someten a las urnas. Lo que ayuda o perjudica es la marca, la percepción general de una larga gestión, el cúmulo de ocurrencias—que las ha habido—y de decisiones que cuando se han tomado todos han callado.
El globo del 2 de Abril se ha desinflado aunque aún hay tiempo para que se vuelva a hinchar. Será ya en ese mes cuando el PSOE mire con lupa las encuestas. “Las que se hacen a más distancia de las elecciones no tienen especial valor”, sentencian en Ferraz en donde ultiman la agenda electoral del Presidente. Será una presencia discreta y selectiva. No habrá actos multitudinarios y él esperará a los resultados. Para quien le quiera escuchar, Zapatero ha recordado que él cuando se ha presentado ha ganado. Ahora le toca a otros y por eso el Presidente calla y espera mientras el ruido se adueña de los impacientes.

“El bien no hace ruido”, sentenció ayer José Bono, presidente del Congreso, cuando se le preguntó por el locuaz fin de semana en torno a la sucesión de José Luis Rodriguez Zapatero que, como está en el guión, también ayer guardó silencio y dejo abierta sine die su decisión no sin apostillar que se siente tan apoyado como el primer día.
Es obvio que en el PSOE hay mucho ruido, preocupación y desasosiego pero el Presidente si algo tiene claro es no dejarse contagiar por ese ánimo general. Quienes le conocen bien no acaban de entender cómo es posible que algunos insistan tanto en que se pronuncie y que “una y otra vez le presionen algún que otro fín de semana. Ahora el Presidente tiene muchos frentes abiertos que requieren toda su atención y a ello se dedica”, afirma un buen amigo suyo que si bien está implicado en la suerte del PSOE , se ha colocado al margen de los dimes y diretes.
Mientras el Presidente calla – y lo seguirá haciendo–, otros invierten mucho tiempo en dirigirse bien a Carmen Chacon , bien a Rubalcaba con quienes se desahogan y a quienes cuentan sus reflexiones haciéndoles ver lo bueno que seria que dieran el paso. De momento, ni Chacón ni Rubalcaba han movido una ceja. Como todos los demás están a la espera de que el Presidente hable pero en contra de lo que pudiera parecer ambos apuestan por Zapatero como candidato. Para ellos sería un alivio, un argumento incuestionable para no dar un paso adelante que en las actuales circunstancias bien podría ser iniciar el camino de la derrota.
Algunos barones están convencidos que la continuidad de Zapatero, el que no desvele su secreto va a ser para ellos un baldón electoral. Pero ¿en qué quedamos?. ¿No quiere el PSOE “territorializar” la campaña?. ¿No quiere que se hable de los problemas y logros autonómicos y municipales?.¿Por qué ese afán de algunos barones si a quienes se les va a juzgar es a ellos y no a Zapatero según ha establecido José Blanco?.
Llegados a este punto de la legislatura el que Zapatero desvele o no sus intenciones no va ser una circunstancia que determine la suerte electoral de quienes ahora se someten a las urnas. Lo que ayuda o perjudica es la marca, la percepción general de una larga gestión, el cúmulo de ocurrencias—que las ha habido—y de decisiones que cuando se han tomado todos han callado.
El globo del 2 de Abril se ha desinflado aunque aún hay tiempo para que se vuelva a hinchar. Será ya en ese mes cuando el PSOE mire con lupa las encuestas. “Las que se hacen a más distancia de las elecciones no tienen especial valor”, sentencian en Ferraz en donde ultiman la agenda electoral del Presidente. Será una presencia discreta y selectiva. No habrá actos multitudinarios y él esperará a los resultados. Para quien le quiera escuchar, Zapatero ha recordado que él cuando se ha presentado ha ganado. Ahora le toca a otros y por eso el Presidente calla y espera mientras el ruido se adueña de los impacientes.

Charo Zarzalejos

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