viernes, marzo 29, 2024
- Publicidad -

El cambio calmoso

No te pierdas...

Diríase que el ‘cambio tranquilo’ que propugnó Patxi López para llegar a Ajuriaenea comienza a tener visos de asentar un estilo, de mostrarse tangible. De ser este el proyecto que el lehendakari defendió en los primeros meses de la legislatura vasca, “la normalidad es revolucionaria -dijo-, porque el cambio consiste en hacer normal lo que debería ser normal”, (en un país acechado aún por la existencia de ETA), cabría concluir que tiene razón.

Normal es que, en tiempos de crisis, el último sondeo del Euskobarómetro arroje claroscuros en su gestión, desde el reconocimiento de una política más eficaz contra el terrorismo que el gabinete anterior a una valoración negativa de su gestión: un 42% la define como “mala” y un 39% “peor” que la del gobierno Ibarretxe. Dos de cada cinco vascos le suspenden. Más datos: se recupera el apoyo al Estatuto y persiste la fija división entre nacionalistas (39% y no nacionalistas 53%).

El cambio ‘tranquilo’ se engarza también en la preferencia de un liderazgo discreto, por parte del lehendakari López, en contraste con la imagen de su antecesor. También ello tiene su precio en el desapego ‘natural’ al líder, que se traduce en una escasa puntuación de 3,9, en el noveno lugar tras otras personalidades nacionalistas –algunos de partidos minoritarios- que le superan.

En esta calma “revolucionaria” respecto de los sobresaltos pasados podría achacarse que no hay un discurso político consistente con el que visualizar un proyecto de cambio hacia el futuro. En su favor, que su política no ha molestado más allá de los irreductibles (otra cosa sería entusiasmar) y como es lógico, a los que se quedaron en la oposición. Sigue la estela de su discurso electoral, sin exponer una firme política de alianzas pese a resaltar la buena salud del pacto con el PP. El PSE vuelve sobre su eje al precisar ahora que no extenderá de forma “automática” su pacto con el PP (a Ayuntamientos y Diputaciones) tras las elecciones de mayo de 2011.

Sin sobresaltos. Normalidad es que la mayor audiencia vasca en la emisión del discurso del Rey volviera a recaer en TVE tras haber logrado ETB-2 el año pasado el récord de audiencia en la primera emisión. (11,3% este año frente al 24,4 del anterior). Otra cosa es afrontar que no ha se consolidado ese share en el canal autonómico. Normalidad es, en fin, que el Consejero de Economía tenga el papel más antipático al posponer los proyectos ambiciosos y que la crisis pase factura a un Gobierno que se precie. 

Normalidad es que en pleno murmullo sobre expectativas que no llegan sobre el final de la banda ETA, el Gobierno vasco mantenga un discurso monocorde hasta que nada cambie. Y audacia es la del líder vasco del PP, Antonio Basagoiti, que critica el uso de la parte por el todo del The Wall Street Journal al anunciar en su reportaje “Vascos hacen una oferta de paz”. Dijo Otegi: “ETA está preparada para preparar una estrategia pacífica (…) La segunda parte de la frase era: para crear un Estado independiente”. Acabáramos.

Chelo Aparicio

Artículo anterior
Artículo siguiente

Relacionadas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -

Últimas noticias

- Publicidad -