miércoles, abril 24, 2024
- Publicidad -

Rajoy quiere a Zapatero

No te pierdas...

Avalados por la abrumadora catarata de cifras que nos otorga la demoscopia, podemos decir sin temor a equivocarnos que Mariano Rajoy será el próximo presidente del gobierno de España. Las encuestas que publican los periódicos a izquierda y derecha vaticinan una debacle electoral de los socialistas que podría superar al batazaco que se pegó Joaquín Almunia tras hacerle la doce-trece  a Josep Borrell. Y hay que considerar que aquel resultado fue malo de solemnidad, y el PSOE se quedó a poco más de diez puntos porcencuales del Partido Popular. Los datos publicados por La Razón y Público elevan esa distancia hasta más de trece puntos. Tres millones de votos perdidos por el camino, desde los últimos comicios.

Con este panorama, Mariano Rajoy desaparecerá del mapa – lo hace poco a poco – hasta que se convoquen las próximas elecciones generales. La velocidad a la que huirá de toda batalla requerirá, esta vez sí, de un cinturón de seguridad en toda regla. Realizará algún bolo estelar para apoyar a sus candidatos en las elecciones municipales y autonómicas, aunque estos tampoco derrochen océanos de amor con la idea. En el PP se han dado cuenta de que la estrategia del inmovil Don Tancredo hará presidente a Rajoy, o a cualquier otro candidato. Incluso el mítico y recordado Bartolín podría sumarse a la terna, ya que poco importa quién ocupe el cartel de la derecha española contra José Luis Rodríguez Zapatero. O eso creen.

Mariano se vé presidente. Lo nota. Es algo que los candidatos perciben bastante antes de que ocurran las cosas. Sabe que no cae bien ni dentro ni fuera de su partido, y asume que el carisma no se apoderará de él en un milagro digno de hacerlo santo. No le preocupan los casos de corrupción que golpean como un martillo pilón día sí día también a pupilos suyos a lo largo de toda la geografía nacional. Hace siglos que la demoscopia y las urnas demostraron que eso sólo pasa factura por la izquierda. Lo único que podría amargarle la fiesta a Rajoy sería la retirada de Zapatero. El hombre que le ganó dos elecciones. Ése que llegó de León para desafiar al dedo de José María Aznar y ganó el envite. Dos veces. Escuece. Rajoy quiere a Zapatero como rival, porque quiere terminar con ocho años de aburrida oposición dejando fuera del sillón presidencial a aquel que le relegó al ostracismo, fuera del poder, cuando el líder máximo había nombrado sucesor. Sólo entonces Mariano podrá escribir, con verdaderas mayúsculas: Rajoy, Presidente.

Ion Antolín Llorente

Relacionadas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -

Últimas noticias

- Publicidad -