Está confirmado: los partidos importantes del mundial de fútbol en Sudáfrica serán retransmitidos por Telecinco. Lo iba a hacer Sogecable del Grupo Prisa, pero con eso de la crisis parece que a dicho grupo le ha venido bien lo de fusionarse y subastar dichos derechos. Esto ya lo saben ustedes, pero me siento realmente muy preocupado por lo que voy a comentar.
Primero: Telecinco y Cuatro están en manos italianas. Es decir, pertenecientes a un país que quiero y admiro, pero con respecto al fútbol son unos rivales muy chungos. Segundo: ante la importancia del evento, Telecinco es posible que utilice a sus presentadores estrella, que son un señor llamado JJ, pero no Santos, el de deportes, sino Jorge Javier, el que está ahí todo el día, y su copresentadora, que me acuerdo de su nombre, estoy intentando olvidarlo y en cualquier caso me he prometido no escribirlo.
Una retransmisión con esta pareja puede ser así:
-Oye, juega Casillas, ¿cómo te gusta más: con barba o sin ella?
-Yo en eso no voy a entrar, pues “está” con una compañera. A mí el que me “mola” es Sergio Ramos. Vamos, yo por Sergio Ramos ¡maaaaaato!
-¡Ay! Mira qué bonito: todos se abrazan. Revolcados por la hierba. Parece una orgía. Esplendor en la hierba.
-Debe de ser un gol. Como sea gol, por mi hija que lo ha marcado Guti.
-Pues yo creo que Guti no juega. Juraría por Terelu que lo han dejado en Madrid.
-Bueno pues en eso tampoco voy a entrar. Pero es una pena: le vi la otra noche en la “disco” con un nuevo “luk” que estaba “fachion”, “fachion”. ¿Vale?
-¡Uy! Mira: ya se van. Yo creo que esto se ha acabado. Por favor: llamen al teléfono que viene en pantalla y díganos el resultado de este partido. Si lo aciertan le regalaremos un colchón. Nosotros seguimos con el “mundial de luxe”.
-¡Ahora empieza lo bueno!
-Si, queridos televidentes: hemos situado en vestuarios y en el control antidoping a un ex gran hermano, que ahora es periodista de investigación, con una cámara oculta.
-Así conoceremos a todos los “miembros” de la “roja”. ¿Me entiendes?
-Si, copresentadora. Lamentablemente te entendemos demasiado bien.
Paco Fochs