Hay ocasiones en que los comunicadores deberíamos hacer autocrítica y recordarnos a nosotros mismos y a la sociedad, que, como cualquier ser humano, hay veces que nos equivocamos o que somos poco rigurosos. En torno a la fiscalidad del mercado inmobiliario la estamos «liando parda». Hasta tal punto que la ciudadanía no sabe realmente a qué carta quedarse precisamente por la confusión que generamos a propósito de cierta falta de rigor en algunas informaciones.
Todo esto viene a propósito de algunas valoraciones que se están efectuando sobre un relativo repunte en la compra y venta de viviendas. Se está diciendo por ahí que el mercado se está reactivando como consecuencia de la urgencia de llevar a cabo este tipo de operaciones «antes de que entre en vigor la subida del IVA». Incluso hay quien se ha atrevido a poner números a esta subida en la vivienda: 2.000 euros de encarecimiento.
Y no es correcto tratar este tema así por una razón. Si la vivienda que se adquiere es de primera compra, es decir, es vivienda nueva, efectivamente, su precio se ve incrementado por el IVA correspondiente, el tipo básico, actualmente en el 16%, y que pasará al 18%. Eso sí es correcto.
Pero hay otro supuesto, otro mercado, el de «segunda mano», que es el que realmente se está moviendo, tanto en lo que se refiere a la compra como a la venta, que está exento de IVA. Esas casas sólo soportan el gravamen del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.
Ese impuesto depende de las administraciones autonómicas, y éstas todavía no se han pronunciado. Y no se esperan novedades al respecto puesto que las comunidades gobernadas por el PP, Madrid entre otras, ya han mostrado su oposición a una subida de impuestos. Incluso llevando a cabo campañas activas contra la del IVA. No sería correcto políticamente que se diga una cosa y luego se haga otra. Por ello, no es de esperar incremento de este tipo impositivo del IAJD. Al menos en las autonomías gobernadas por el Partido Popular.
Otra cosa bien diferente es la segunda circunstancia que, según los analistas, puede estar influenciando en la incipiente reactivación del mercado inmobiliario: la desaparición, a partir de 2011, de la deducción por adquisición de la vivienda habitual, en el IRPF. Está claro que si la operación de compra se lleva a cabo antes del 31 de diciembre, se tendrá derecho a esta deducción durante toda la vida del préstamo hipotecario o de la financiación ajena obtenida para dicha adquisición utilizando los términos de la Agencia Tributaria, por el efecto de la retroactividad legislativa. Esta circunstancia sí que puede haber influenciado de alguna manera.
Pero hay que tener claro, y así se debe destacar, que la clave para la reactivación del sector inmobiliario está en las oficinas bancarias. Mientras se mantengan las fuertes restricciones sobre el crédito, vender y comprar casas no se hará de la forma fluida con que se debe hacer. No hablamos, ni siquiera, del regreso a situaciones anteriores, cuando las viviendas se adquirían casi de la misma manera que cuando se va al supermercado. Se trata de llegar a cierta normalización.
Más claro todavía. La subida del IVA apenas influenciará en la reactivación del mercado inmobiliario. Y una decisión para poder aprovecharse de las ventajas fiscales se puede ver paralizada por la denegación de la financiación necesaria para llevar a cabo la operación.
Ernesto Carratalá