viernes, marzo 29, 2024
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Preocupado por Zapatero

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Uno es así de sensible. Yo no sé si coinciden conmigo, pero comienzo a observar síntomas de descomposición en el, hasta ahora, indiscutible liderazgo de su partido.

Digamos que la espectacular y rapidísima carrera de un ayudante de cátedra de Derecho Constitucional de la Universidad de León a la Presidencia del Gobierno de nuestro país dejó aturdidos y sin argumentos a sus compañeros. En dicho tsunami desapareció la vieja guardia del PSOE. Cuando se quisieron dar cuenta estaban fuera de juego.

Algo parecido ocurrió y ocurre con los componentes de sus sucesivos equipos. Gran parte de ellos son los que ahora comentan y filtran con alguna precaución, pero con cierta constancia, facetas negativas de su carácter y personalidad, por lo cual van creando la imagen de un hombre individualista, rencoroso, desconfiado e incluso celoso de la posible brillantez de sus colaboradores. En este sentido, les recomiendo, si todavía no lo han leído, el reciente artículo de Armando Huerta, director de ESTRELLA DIGITAL, sobre este asunto.

Es decir, el número de agraviados en sus propias filas, entre antiguos y nuevos, ya es bastante elevado e influyente. Además, sus próximos amigos van advertidos, con lo cual el grado de fidelidad será bastante relativo.

Es conocida la diferencia entre amigos, enemigos y compañeros de partido. Estos últimos son los más feroces. Recuerden lo de Julio César en su violento fallecimiento: ¿Tú también, Bruto? Por todo ello, si se produce cualquier bajón electoral, no creo tenga el esperado cariño y consuelo en la calle Ferraz.

Sólo tiene una solución: ganar las próximas elecciones y seguir ganando hasta que se jubile, y tal vez por ello se desea ampliar la edad de la jubilación.

Para un hombre joven al que parece que sólo le divierte la política y el baloncesto puede ser terrible y patético que deba dejar la primera, ya que para jugar a su deporte favorito se necesitan cuatro compañeros y cinco rivales mínimo, es decir, un total de nueve amiguetes que en esas circunstancias sería un milagro encontrarlos. Deberá dedicarse deportes individuales como el ciclismo.

De todo este panorama surge mi preocupación: Zapatero es un ciclista cuya bicicleta ya no puede parar. A sus 50 años, la bofetada sería terrible si eso ocurre. No le veo encaje en sitio alguno y por ello sólo tiene la solución de seguir pedaleando.

No me digan que no es preocupante. Si no por él, por lo menos por nosotros.

Paco Fochs

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