miércoles, abril 24, 2024
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De vergüenza

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Se irán de rositas. Una vez más. De nada sirve que todos sepamos las conversaciones que han tenido repartiéndose los negocios sin pudor ni vergüenza. De nada sirve. La rendija legal será, una vez más, la escucha supuestamente ilegal de los teléfonos. Al igual que ocurriera con el ‘caso Naseiro’, la justicia domesticada convenientemente dejará escapar a los ladrones más repugnantes y horteras que anidaron en el PP para forrarse con el dinero público. De vergüenza.

De vergüenza. Imposible así tener fe en la justicia, por más que algunos insistan. No es un caso de protección de derechos, es una lectura interesada de la ley hecha exclusivamente para salvar al PP de la vergüenza de ver a los delincuentes que fueron a la boda del líder sentados en el banquillo de la ignominia. De vergüenza.

Después de que Aznar ganara unas elecciones anunciando una regeneración ética durante lo que sería una segunda transición, la banda abrió las oficinas del tinglado y se pusieron a amasar sus fortunas miserables. Pero una interpretación jurídica tan oportuna como conveniente allanará el camino de la infamia. De vergüenza.

El proceso a la ‘Gürtel’ terminará con dos piezas cobradas: el ministro Bermejo y, seguramente, el juez Garzón. De vergüenza. Pero esto ya pasó con el ‘Prestige’: tras la desastrosa gestión de la catástrofe hecha por el Gobierno del PP en Galicia, dimitió un diputado… del PSOE y del Parlamento regional madrileño. De vergüenza.

Imputados los integrantes de este vulgar clan de los marselleses, rancio y oloroso; puesto en conocimiento público el escándalo de sus miserias, incluido el Jaguar del ex señor Mato, asesor de Rajoy, desconocido por la señora Mato aunque aparcaba en el garaje de la casa de los señores Mato, será una vergüenza; todos los implicados, que no son pocos, nos angustiarán al verlos sonreír ante las cámaras: las de televisión y las legislativas. Empañarán aún más esta democracia traicionada por los complots de los ladrillos y los sinvergüenzas.

Los que mintieron el 11-M seguirán contando los beneficios de su paso por los gobiernos y ya no necesitarán mentir sino que se fumaran un puro con nuestro fracaso institucional, nuestra decepción cívica y nuestra pérdida del respeto a la Justicia.

En España empezarán a ser unos señores los que entren en prisión. La calle estará llena de delincuentes con los bolsillos llenos y ni una pizca de pudor en la buchaca. La pasta acumulada no les dejará espacio para la vergüenza. Eso, de vergüenza.

Rafael García Rico

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