El Fútbol Club Barcelona flojea en la Liga aunque ganara el pasado domingo al Valencia de manera rotunda, pero con la inestimable ventaja de las lesiones del adversario y la expulsión de Maduro, que obligó al entrenador a componer una defensa con un central que nunca jugó en tal puesto y un lateral izquierdo que es extremo y casi debutante en el campeonato.
El Barça aspira a renovar su título de campeón de Europa, y para ello, que sería pura gloria divina para su grey, porque la final se jugará en el Santiago Bernabéu, tiene que comenzar no sólo a eliminar adversarios, sino a justificar con juego consistente su aspirantazgo.
Esta noche se las verá ante el alemán Stuttgart. Allí arrancó un empate a un gol que le da ventaja hasta para acabar con igualada a cero. Eliminar a los alemanes es exigencia para seguir adelante, y aunque ello lo consiga, deberá dejar constatado que comienza a recuperarse. Su juego ha decaído considerablemente en las últimas semanas.
El Barça ha mostrado cierta flojera en varios partidos nacionales y europeos y ha salvado los muebles gracias a la inspiración de Messi. Las ausencias de Abidal y Keita han restado capacidad de ataque por la banda izquierda y presencia física en el centro del campo. Xavi e Iniesta, además, parecen cansados, hastiados de tanto toque de balón.
Contra los germanos, que presentarán dura batalla, no será fácil ganar, pero es obligatorio moralmente seguir ofreciendo perfiles de campeón para que la ilusión de repetir éxito no sea vana.
Julián García Candau