Los partidos de la selección española con la francesa no traen recuerdos con los que se pueda disfrutar. Después de un tiempo en el que la superioridad española fue clara, hubo encuentros en los que la fortuna nos fue adversa y otros en los que la superioridad del equipo francés fue notoria. Especialmente, en los últimos tiempos en los que, con Zidane, Deschamps y Pires, el equipo de nuestros vecinos fue campeón de Europa y del mundo.
Es inevitable recordar la final europea perdida cuando Arconada estuvo a punto de detener el libre directo de Michel Platini. Entonces se decía que los franceses salían a jugar con un gol de ventaja, el que marcaba Platini en una falta. Arconada, quien posibilitó con sus extraordinarias paradas ante Alemania y Dinamarca que España llegara a la final, será recordado siempre por aquel tanto que estuvo a punto de evitar.
Francia nos amargó la Eurocopa disputada entre Holanda y Bélgica cuando en Brujas la decisión por penaltis se malogró al mandar Raúl el balón fuera de la portería. Este fallo del capitán madridista se desempolva menos. Hoy se juega en Saint Denis y el partido, por ser amistoso, se presume que no dejará grandes huellas.
España se ha clasificado para el Mundial de Sudáfrica sin perder un solo encuentro. Francia logró el pase en el último momento, frente a Irlanda, y con el ilegal gol de Tierry Henry, quien empujó la pelota con una mano para que llegara el gol.
En teoría, Francia, sin los artistas de sus mejores años, está por debajo de España. Sin embargo, la confrontación no tiene la garantía del éxito para el equipo español. La mayoría de los jugadores están ya hartos de tanto partido y lo más que se puede esperar de hoy es juego sin sobresaltos.
Vicente del Bosque alineará a los clásicos, aunque dará entrada a algunos de los menos utilizados. Conviene comprobar hasta qué punto el salto es para algunos más o menos digerible.
Julián García Candau