El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, aparte de ser el principal mecenas, también ha cambiado su pasada predilección por el color azul celeste de Renault por el rojo de Ferrari tan acorde con el que también distingue a sus entidades bancarias.
Y es que el patrón del Santander se ha convertido por razones que le cuestan sus buenos euros -200 millones hasta el 2014- seguir la estela de Fernando Alonso, en un ‘tifosi’ más entre los millones de seguidores de todo el mundo que desean el resurgir la escudería italiana con la llegada de Alonso y la tranquilidad del patrocinio de la entidad cántabra ante la próxima temporada de Fórmula Uno.
«La cosa pinta colosal, pinta de rojo porque Ferrari cuenta con el mejor piloto del mundo, Fernando Alonso», ha declarado Botín en su primera confesión pública de su optimismo al vaticinar el éxito de la ‘Scuderia’ a poco más de dos semanas para que se alce el telón del ‘Gran circo’ automovilístico con el Gran Premio de Bahrein.
Alonso tendrá en este pequeño país del Golfo Pérsico el primer test en su nuevo reto como primer piloto de la escudería del ‘Il Cavallino Rampante’. Y no sólo contará con el aliento de Emilio Botín, sino también con el de miles de aficionados españoles que van a encontrar hecho realidad el ver al fin a Fernando Alonso al volante de un monoplaza competitivo y ganador después de cuatro años no sólo sin ser el número uno del mundo, sino que tan siquiera poder aspirar a ello.
Con el patrocinio del «tifossi» Botín a Ferrari, la «alonsomanía» volverá a sacar pecho en los circuitos y ante los televisores después de un tiempo sumido tristemente en un pelotón sin aspiraciones, la desolación producida por las averías de un coche impropio de un campeón y, el descorazamiento de ver muy lejos el podium de los campeones.
Antonio Cubero