viernes, abril 19, 2024
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‘Los Buddenbrook’

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Muchas gente me pregunta en ocasiones por qué considero este libro mejor que aquel, por qué prefiero leer cosas del XIX a best sellers actuales. Aparte de la gran verdad de que para gustos los colores, lo cierto es que prefiero y considero mejores aquellas novelas donde los personajes tienen un fondo, donde me puedo creer que existan en la realidad tal y como aparecen en la narración. En los últimos meses he intentado leerme un par de libros de la lista de más vendidos y apenas he podido pasar de su primer cuarto porque los personajes me parecían insulsos, vacíos, inanes.

La primera gran novela de Thomas Mann, me parece altamente recomendable porque, entre otras muchas virtudes, sus páginas están abarrotadas de personajes memorables. Algunos tienen intervenciones breves como un suspiro, pero quedan en la memoria porque tienen vida. Y los principales, especialmente Tony y Tom, son magníficos retratos de una época, una civilización y su cultura.

Esta novela pertenece a esa época, finales del XIX y del XX, donde, aunque se comenzaba a experimentar, la narrativa aún conservaba el frescor y demás excelsos elementos de la literatura decimonónica. Otros ejemplos son Edith Wharton, Henry James o Joseph Conrad, que publicaron libros asombrosos que sirven de homenaje al siglo que terminaba y anunciaban en qué devendría el naciente.

es una sucesión de retazos de las vidas de una serie de personajes pertenecientes a la misma familia que desarrollan una saga para contarnos cómo, según nacía y crecía Alemania, iban desapareciendo las viejas estructuras y los caducos modos del antiguo imperio. Con su orgullo a cuestas, protestantes a ultranza, bien dispuestos para el trabajo, se enfrentan a los cambios de unos tiempos convulsos sin saber cómo va declinando su suerte, sin entender por qué ya no prospera su negocio, su familia, como antaño. A lo largo de las páginas se suceden nacimientos, colegios, amistades, juergas, noviazgos, compromisos, bodas, algún divorcio, engaños, triunfos, muertes… con una cotidianeidad asombrosa, con una suavidad aparente que sólo consigue aquel escritor dotado de un sentido soberbio de la narración. A veces da la impresión de que estás leyendo una crónica ligera de sociedad y no una profunda novela.

Mann, seguramente debido a que sus obras mejor consideradas sean La montaña mágica y Doctor Faustus, es considerado un autor poco accesible. En Los Buddenbrook, no obstante, se muestra como un novelista ameno, entretenido, un soberbio narrador que domina a la perfección los recursos novelescos. Una manera inmejorable de abordar a este escritor, una de las cúspides literarias del siglo XX.

Los Buddenbrook

De Thomas Mann.

Traducción de Isabel García Adánez

Pocket Edhasa, 2008.896pp.12,95 euros www.edhasa.es/

Daniel Martín

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