Que el Gobierno va dando tumbos es una evidencia y, por ello, lo que hace bien poco era catastrofista y antipatriótico, además de alejado de la realidad económica del país, hoy es necesario para salir de la crisis. Ahí están, por no reiterar ejemplos, las cuestiones de debate estos días: el sistema de pensiones y el recorte del gasto público. Pero subrayar la incoherencia del Gobierno no sirve para resolver los problemas y el sistema de pensiones está en grave riesgo a medio plazo, como por cierto había advertido el PP soportando las descalificaciones gubernamentales, y algo hay que hacer. Cualquiera que tenga un plan de pensiones privado (aunque sea forzado por el liberalismo rampante, como ridículamente argumentan algunos sindicalistas contrarios a las reformas propuestas) sabe que las aportaciones al sistema público no dan para mucho. Ni para mucha pensión, ni para muchas pensiones, ni para mucho tiempo. O se opta por que los impuestos suplan el déficit que se anuncia para dentro de unos lustros, o se reforma radicalmente el funcionamiento del público y se tiene en cuenta que las posibilidades no son muchas, a un lado la maquinaria financiera: o se reducen las pensiones ya de por sí reducidas, o no se garantiza su cobro, o se retrasa la edad de jubilación. Es más cuestión de actuarios que de políticos e ideólogos. Por otro lado, o se eleva la edad para las prejubilaciones o se está cometiendo una injusticia con cargo al erario público con la que no estaría de más terminar cuanto antes.
Si hubiese más trabajadores cotizando las cosas serían distintas, dicen algunos. Pero ¿quién es capaz, tal y como están las cosas, de proporcionar esa buena noticia al sistema o de asegurarla a corto plazo? ¿O de aumentar la natalidad a velocidad de milagro para que no falle el sistema? Es mejor un poco de realismo. Para que no coincida demasiado el PP con los sindicatos, que resultaría tan paradójico como que éstos anuncien ahora posibles huelgas que no han generado millones de parados, no estaría de más que este partido nos dijera si quiere reformar las cotizaciones y eliminar los topes de los sueldos más elevados. No vaya a ser que, en este caos, todos vayan dando tumbos.
Germán Yanke