El gigante del Internet, Google, puede que eche el cierre en su servicio chino después de que sufriera sofisticados ataques cibernéticos originados en China y que podrían haber resultado en robo de propiedad intelectual. Comentaristas oficiosos señalan que le gobierno chino podría estar detrás de ellos.
El gigante informático californiano ha tenido una relación tempestuosa con las autoridades chinas. Hubo de tragar a regañadientes con la censura, aceptando que los usuarios chinos no tuvieran acceso a la información sobre los sucesos de la Plaza de Tiananmen y otros hechos que Beijing consideraba políticamente sensibles, ha habido otras limitaciones y no es la primera vez que su sede padece ataques. Las trabas han hecho retroceder a Google en el mercado chino. Su rival, el buscador chino Baidu tiene el control del 60% del mercado.
Aunque algún portavoz de Google ha indicado que la empresa está preocupada con los problemas de derechos humanos al haber los ataques permitido a los agresores entrar en las direcciones de varios activistas humanitarios en China, que ahora pueden ser hostigados por la policía, más de un escéptico piensa que las razones detrás de la posible marcha de Google no son sólo altruistas. La eficaz incursión en su sistema compromete el prestigio de la empresa al poner en solfa su imagen de tener una seguridad impenetrable. Google almacena todos los datos que se le proporcionan en una red de servidores a la que se da el nombre de «la nube». Los clientes pueden pensar que si la empresa es incapaz de asegurar su propia infraestructura difícilmente podrá blindar lo que esta en «la nube».
El serio ataque de estos días puede ser la gota que colma el vaso de la incomodidad de Google y un buen pretexto para recuperar su pureza. La decisión, con todo, de abandonar el mercado chino no es fácil. Aunque China tiene ya 350 millones de internautas representa sólo una fracción de los 22.000 millones de dólares de ingresos de la empresa. Pero el mercado chino tiene un potencial inaudito. Alcanzará los 1.000 millones de usuarios en la red con poder adquisitivo creciente.
Inocencio Arias