Ya han transcurrido dos semanas casi completas desde que comenzara el suceso financiero del año, la estafa del broker neoyorquino Bernard Madoff, y se van conociendo las dimensiones de la cosecha y el alcance de los perjuicios causados a los damnificados, que son muchos. En el mundo de la inversión colectiva, es decir, en los fondos de inversión, las sicav y los planes de pensiones, que es en donde la Comisión del Mercado de Valores (CNMV) ha tomado cartas en el asunto para exigir transparencia (en el caso de las pensiones, la autoridad supervisora es la dirección general de Seguros, del Ministerio de Economía), se han valorado ya las dimensiones del percance derivado del caso Madoff y la cuantía ronda los 142 millones de euros. En el caso del anterior percance, el que involucró al banco de inversiones Lehman Brothers y a los inversores españoles que tenían bonos en esta entidad, el importe de la quiebra ha sido bastante superior, alrededor de 360 millones de euros. Son, en comparación con la cuantía de los patrimonios gestionados, unas cifras modestas pero que reflejan, tanto para lo bueno como para lo malo, la creciente diversificación de las inversiones de los españoles en activos de difusión internacional. Para lo malo, esta circunstancia se traduce en el hecho de que el inversor español ya no está prácticamente al margen de ninguna mala experiencia internacional porque los instrumentos españoles de inversión colectiva tienen una amplia presencia en todos los mercados exteriores. Lo menos malo es que la cuantía de los activos dañados no es grande en comparación con los recursos invertidos.
No obstante, al repasar la lista de los afectados por estos dos acontecimientos que tanto han perturbado unos mercados ya de por sí muy castigados, se observa que hay bastantes instituciones españolas de inversión colectiva que han asumido riesgos por encima del 5% con determinados emisores. No han superado en mucho este límite, establecido por la legislación española y en teoría vigilado y supervisado por al CNMV y por Seguros, pero al invertir en cuantías por encima del 5% en determinados emisores, que además han revelado su mala calidad, han puesto en riesgo a los inversores, dejando en precario todo el sistema de supervisión por cuya calidad debe velar la CNMV y el Ministerio de Economía, este último en lo tocante a los planes de pensiones.
El mejor
Bankinter Quant (Fondos Globales) + 22,83%
El rendimiento de los mejores fondos de tipo global (aquellos que pueden invertir en cualquier mercado, activo o divisa) está alcanzando ya en algunos casos cotas por encima del 22% en lo que va de año.
El peor
BBVA Europa Plus (Fondos Globales) – 74,85%
Los fondos que tienen su principal campo de acción en Europa del Este y que tienen una elevada exposición a Bolsas como la de Rusia presentan este año las mayores pérdidas.
Primo González