Tradicionalmente, al iniciar un nuevo año, los medios de información de Estados Unidos publican autorizadas encuestas mostrando el estado de ánimo de la población. Al ser varias de las que sacamos los datos, Gallup, Zogby, Rasmusen, CNN, ABC News, etc., el retrato puede ser acertado. Muestran algunos rasgos que serían reproducibles en España, otros divergen.
Los estadounidenses están contentos con su modo de vida habitual (83%) -con 92% teniendo «relaciones positivas» con su familia-, aunque en estos momentos estén enormemente preocupados con la economía. El 76% estima que el país sigue un curso equivocado; el 68%, que la economía debe ser la prioridad absoluta del nuevo Gobierno, y el 58% dice estar peor económicamente que hace un año. El 47% tiene tanta tensión que se medica para ello.
Están hartos de la gente de Washington. No sólo, es conocido, de Bush sino del Congreso. El 59% lo cambiaría por completo, y un porcentaje mayor manifiesta su desaprobación hacia la conducta del legislativo. Aunque existe la convicción de que en breve habrá un gran ataque terrorista en el país (59%), más de dos tercios son optimistas sobre las perspectivas de la presidencia de Obama (71%), incluso, dato curioso, el 50% de los que no le votaron. Irán seguido de China serían las principales amenazas en el exterior. Más que Corea del Norte.
La fe religiosa sigue animando a los ciudadanos, el 80% de los que viven en el este del país cree en Dios, la cifra baja al 59% en California y el oeste, pero sube al 86% en el sur.
La tecnología ha cambiado la vida de la nación. El 81% de la población adulta utiliza el internet, el 89% tiene teléfono móvil y el 14% ha cancelado el fijo. Internet es ya la principal fuente de información (48%) y sigue creciendo. Lectura y televisión, sorprendentemente por este orden, continúan siendo los entretenimientos favoritos.
Inocencio Arias