Así lo ha avanzado el vicepresidente del Govern y conseller de Economía de la Generalitat, Pere Aragonès, en una comparecencia ante la Comisión de Economía del Parlament junto a la titular de Salud, Alba Vergés.
Aragonès ha precisado que, por la vía del gasto, la crisis obligará a asumir este ejercicio 2.565 millones extraordinarios, equivalentes a un 1,19 % del PIB catalán, mientras que, por el lado de los ingresos, la merma se estima en 2.407 millones, lo que supone un 1,13 % del PIB catalán.
El conseller ha aclarado que estos 4.972 millones incluyen, pues, tanto la pérdida de ingresos asociada a la crisis como el gasto ya hecho para afrontar la emergencia sanitaria y el previsto hasta final de año para contener la pandemia, entre ellos los planes de contingencia para afrontar posibles rebrotes y para reforzar las residencias.
A pesar de que Aragonès estima que Cataluña percibirá el 20,2 % del total del fondo estatal, es decir, 3.225 millones de los 16.000 millones, ve «insuficiente» esa cantidad para compensar el agujero de 4.972 millones que la crisis creará en las cuentas de la Generalitat, que ayer acordó una primera ampliación del presupuesto para 2020 de 1.230 millones.
Por ello, el vicepresidente de la Generalitat ha exigido al Gobierno que amplíe la cuantía del fondo estatal, con el fin de no tener que esperar a recibir recursos europeos, y también que se modifique el límite de déficit del 0 % actual al 1 % este ejercicio.
«Este fondo estatal se ha ido pareciendo más a un sistema de financiación bis que a un fondo para hacer frente a la crisis de la COVID-19», ha denunciado Aragonès, que ha criticado el peso que se da a la población en los criterios de reparto de los recursos de ese fondo.
En cuanto al gasto generado por la pandemia, Aragonès ha precisado que el directo, correspondiente a gastos sanitarios y de servicios sociales, supondrá 1.742 millones adicionales este año, mientras que el indirecto sumará otros 1.076 millones, e incluye cuestiones como los gastos del curso escolar 2020-2021, las ayudas directas a sectores económicos afectados o los fondos que la Generalitat ha tenido que aportar para sostener la viabilidad del sistema de transporte público, por ejemplo.
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