Durante un encuentro telemático sobre el «Tránsito hacia la normalidad mejorada» organizado por el diario Levante-EMV, el president ha afirmado que la pandemia no se puede «dar por acabada» ni hay que «bajar la guardia», y que ven «con preocupación los rebrotes localizados».
No obstante, ha reivindicado que en ese rebrote en un municipio de la comarca de L’Horta Nord «se ha visto perfectamente cómo se puede atajar directamente», y ha considerado que es tan importante detectar y controlar los rebrotes como «evitar alarmismos».
«Ese es el camino: detección precoz, actuación inmediata», ha indicado Puig, quien ha precisado que, ante nuevos casos, hay que hacer rastreo de los contactos y administrar los test necesarios, y ha insistido en el «muy importante» papel de la ciudadanía, que debe cumplir las normas fijadas por las autoridades sanitarias.
Así, ha señalado que las instituciones deben tener el sistema preparado para «cualquier eventualidad» y efectuar «bien» el trabajo de detección precoz, pero la ciudadanía debe cumplir las exigencias de lavarse las manos, cumplir la distancia social, llevar mascarilla y ventilar los espacios.
Puig ha augurado que este será «un verano diferente, complicado», pero espera que todos los ciudadanos tengan «derecho al descanso» y al ocio, tras unos meses «especialmente duros», en los que más del 92 % de la sociedad valenciana ha cumplido el confinamiento.
Finalmente, ha indicado que el momento «peor» de la pandemia fue cuando las proyecciones daban un aumento «sustancial» de personas ingresadas en las UCI de los hospitales valencianos que podía conllevar «estrés» y hacer «colapsar el sistema», pero este «resistió bien a pesar de todas las dificultades».
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