En declaraciones a la Cadena Ser, Illa ha reconocido que en la forma de recopilar y proporcionar los datos «hay un campo de mejora» sobre el que se va a trabajar y ha precisado que se va a hacer «un análisis mucho más fino» por certificados de defunción, que «depura todavía más los datos».
El titular de Sanidad ha avanzado que esta semana ha acabado la tercera oleada del estudio de seroprevalencia y en «pocos días» se va a tener el informe final.
Preguntado por las imágenes que se han podido ver en los aeropuertos de personas abrazando a sus familiares, ha asegurado que empatiza «mucho» con la gente que tiene necesidad de abrazar a sus seres queridos, pero ha advertido que «toda prudencia es poca» porque el virus aun sigue entre nosotros.
Illa ha explicado que si los abrazos son «en el ámbito de las unidades convivenciales, no preocupa mucho», aunque ha advertido de que «hay que ir con cuidado, sobre todo, con colectivos de riesgo».
«Toda prudencia es poca», ha insistido Illa, quien ha recordado que el virus no ha sido derrotado, aunque en Europa y, por tanto, en España, esté controlado.
El ministro ha apelado a la responsabilidad personal, «fundamental estos días», y ha asegurado que seguir las medidas de higiene y distanciamiento social es «clave» después del esfuerzo realizado durante los 98 días del estado de alarma para no tener que retroceder en algunas medidas.
Respecto a si se produce una nueva pandemia en otoño, Illa ha dicho que el sistema sanitario está preparado para hacer frente, y, aunque ha reconocido que hay un problema de acopio de guantes en el que se está trabajando, en el resto de materiales de protección «estamos preparados».
A la pregunta de cuál ha sido su peor día de los 98 del estado de alarma, Illa ha respondido que «ha habido bastantes peores días», pero ha citado cuando hubo que restringir la asistencia a velatorios y el 28 de marzo, cuando se incrementaron las medidas de confinamiento.
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