jueves, abril 25, 2024
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«El propio paciente tiene la llave para curarse»

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Carlos Hué (Zaragoza, 1950) es psicólogo de profesión y profesor de Inteligencia Emocional en la Universidad de la capital aragonesa. Conocer los resquicios de la mente humana es su trabajo. Pero eso no le libra de padecer esas mismas emociones. Como el miedo. Y la alegría. Hué ha padecido cáncer de colon, una enfermedad cuya incidencia aumenta en las sociedades occidentales debido al sedentarismo. Ahora, ya recuperado, es vicepresidente de la asociación EuropaColon España, que trabaja para concienciar sobre el peligro de este cáncer e involucrar a la sociedad en la lucha contra la misma. «Más que curar, yo prefiero hablar de curarse. El propio paciente tiene la llave», dice.

Hace ahora seis años, después de las fiestas de Navidad, Hué comprobó que los trastornos intestinales que ya padecía -mayor ritmo de deposiciones- se agravaban. «En mi casa me decían que fuera al médico, pero yo no quería. Siempre decía que tenía mucho trabajo, que no me sobraba tiempo. Hasta que fui a Urgencias. Y allí, después de varias pruebas, me diagnosticaron cáncer de colon». Los médicos le concedieron un mes de vida.

La reacción de Hué fue de incredulidad. «Pero, ¿cómo me iba a pasar eso a mí? Pensaba: ‘si yo soy una persona aburrida, muy normal. Tal vez algo estresado, pero nada mas’. Pasaron tres horas en las que ni sentía ni padecía». A partir de ahí, Hué no perdió un segundo más en lanzarse a la búsqueda de soluciones. Y apeló a herramientas básicas: el humor, el optimismo, el cariño de su familia… «Pasé tres semanas en el hospital, recuperándome de la intervención, para empezar después con la quimioterapia». Todavía quedaban momentos duros, pero también había dejado atrás otros.

«Estuve tres meses con la quimioterapia. A pesar de que el tratamiento era más bien flojo, tuve náuseas, mareos… Todos los días, durante dos horas, me sometía a ella. Tenía al lado a gente en misma situación con un ánimo muy bajo. Pero yo había decidido que iba a ser optimista. Y esa actitud se transmite a la familia y al entorno que te atiende. Por eso yo siempre me aferro a la esperanza. Es necesario ver la botella medio llena», apunta Hué.

Ahora, Hué controla periódicamente su estado de salud. Y aconseja estar atento a las señales que emite el propio cuerpo, en especial los hombres de más de 50 años, en lo que se refiere al cáncer de colon. «Tenemos que bajarnos más los pantalones», explica con humor para aludir a ciertas medidas que pueden indicar algunos síntomas. «Hay que vigilar las deposiciones, los ritmos… Y aceptar la vida tal como es, olvidándose del estrés y manteniendo una actitud mental sana».

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