viernes, marzo 29, 2024
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Tiempo de buitres

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Los buitres prevén la carroña. Apostados en las colinas esperan la señal de debilidad para lanzarse sobre la presa. Los buitres habían tomado posición (a corto, naturalmente), esperaban la señal y Moody´s se la dio: en dos días se lanzaron a destrozar la capitalización de la bolsa española. Los buitres se convierten en profetas: apuestan a que la bolsa baja y la bolsa, naturalmente, baja.

El peor estrés se produce cuando el Banco Central Europeo (BCE) te hace un test de estrés. Esta semana tocaba. Todo va bien, menos para el Mont dei Paschi, dijo Draghi. Respiraron los alemanes, con cara de 'te debemos una querido Mario', y todo parecía ir bien. Pero entonces empezaron a funcionar las nuevas reglas del buitreo.

Empezó Fitch, agencia de calificación, con la sugerencia de que el test estaba lleno de pequeñas trampas –el BCE, para molestar lo justo, ha diseñado, según al agencia, escenarios de crisis distintos para cada país-. Qué escándalo, Fitch ha descubierto que los responsables de la Unión Europea hacen política.

Los de Moody´s no fueron tan sutiles: observaron si había buitres en el campo y se pusieron a hacer favores a los que pagan. Es decir, afirmaron que la banca española no era rentable y que OHL era bono basura. Declarado oficialmente el asunto, los fondos de inversión que llevaban meses apostando y haciendo caja por la bajada de los valores se lanzaron a destrozar sus presas.

Especulación y posiciones a corto.

Los buitres se llaman ahora “inversores bajistas”. ¿De qué se trata? Las también llamadas posiciones cortas suponen vender acciones que no poseemos de una empresa.

El 'bajista' toma prestados unos títulos de un accionista y, aunque no son suyos, los vende en el mercado. El que realiza esta operación espera, naturalmente, que la cotización baje: si eso ocurre, recompra los títulos más baratos en el mercado, devuelve las acciones que pidió prestadas y gana dinero.

Imagine cualquier persona que pide un préstamo para comprometer 2.000 acciones de una sociedad por 1800 euros y vendérselas a alguien. Es decir a 0,90 euros por acción. Imagine que llega el momento en la bolsa en que esas acciones valen 0,40 euros. Entonces al inversor le interesa comprarlas: le costaran 800 euros. Así, si resta a los 1800 euros que colocó las acciones que no tenía, el interesado entrega las acciones por ese nuevo valor y gana 1000 euros, menos el interés del crédito.

Los grandes aficionados a esta práctica son los llamados 'hedge fund' (fondos buitre), inversores muy especializados y que mueven grandes cifras de capital y que poseen ingentes recursos para intervenir en el mercado y jugar con las cotizaciones de las acciones, las divisas o las materias primas.

Buitres a por la banca y las multinacionales

Casi todas las acciones que cotizan en el selectivo se encuentran en rojo. 28 de las 35 compañías que integran el IBEX cotizan en negativo tras el crash chino, el problema del negocio bancario y el Brexit. El primer semestre del año nos ha dejado una bolsa que negocia una cuarta parte que en 2015 y un valor de capitalización inferior al 13%.

El 27 de Julio, el BCE hizo públicos los resultados de su test de estrés. Moody´s declaró que la Banca española tenía problemas de rentabilidad y que OHL era basura. Era la señal que los buitres esperaban: en dos días la banca española perdió 50.000 millones de capitalización y OHL el 45% de su valor. Pero este no era, desde luego, el principio de sus prácticas. Hay que recordar que en 2012, en plena crisis bancaria, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) debió prohibir su práctica especulativa

En los golpes a la Banca española han intervenido de forma persistente. Los “inversores bajistas” se han hecho de oro con el Popular, pero siguen esperando que aún vaya peor. BlackRock Investment Management (UK), activo en la crisis de OHL, Limited, Odey Asset Management, y Oceanwood Capital Management, Arrowstreet Capital no solo han especulado contra el Popular sino que están también detrás de las pérdidas de Bankinter y Sabadell, por ejemplo.

El caso de OHL es paradigmático. Los 'hedge fund' tenían a principio de agosto el 4% del capital de la compañía destinado a especulación. En siete sesiones, la compañía ha perdido un 42% de su valor. No cabe duda de que OHL tiene serios problemas pero la reacción del mercado ha sido especulativa. Black Rock y Oxford Asset han hecho el agosto.

Las ventas del primer semestre de las grandes empresas no auguran buenos días para las empresas globales debido, especialmente, a las ventas en el extranjero. La internacionalización que las salvó puede provocar su pérdida de valor.

Los buitres apuestan por la pérdida de valor de la banca y las compañías españolas. Sus apuestas se convierten en profecías autocumplidas. Los fondos ya han recibido la señal de las agencias de calificación, cómplices necesarios de estas operaciones especulativas. El IBEX tiembla: son tiempos de buitres.

Miguel de la Balsa

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