viernes, octubre 11, 2024
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La alta velocidad acumula pérdidas millonarias

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En los últimos años, el número de viajeros de la alta velocidad ferroviaria en España ha estado en aumento, especialmente desde la liberalización del mercado y la llegada de competidores directos para Renfe como Iryo y Ouigo. Sin embargo, todas las compañías dedicadas al transporte de viajeros en líneas de alta velocidad han aumentado su volumen de pérdidas.

Durante 2023 se batió un récord de pasajeros, con más de 32 millones, lo que supuso un incremento del 36 % con respecto a los datos de 2022. Pero la rentabilidad no creció en igual medida.

Todas las compañías pierden dinero

Renfe, Iryo y Ouigo han acumulado a lo largo del último año pérdidas por valor de 187 millones de euros, lo que supone un 65 % más que durante el año anterior. En total, desde que se liberalizó el mercado, las compañías han acumulado pérdidas de 611,5 millones de euros.

Los expertos señalan que el principal problema es que entre las tres compañías se ha desatado una competencia feroz que se ha materializado en la bajada de precios para intentar atraer más pasajeros. A ello se suma que han subido los costes operativos y que la crisis inflacionaria ha afectado fuertemente al sector del transporte.

El fenómeno que se produjo con la liberalización del mercado ferroviario, conocido como «democratización de la alta velocidad», ha beneficiado de forma directa a los consumidores, que pueden encontrar billetes a un precio reducido. En cambio, las empresas prestadoras del servicio tienen márgenes de ganancia muy reducidos, e incluso nulos, y esto está teniendo un fuerte impacto en sus resultados financieros.

Pérdidas de más de 42 millones de euros en Ouigo

Ouigo, operadora ferroviaria francesa de bajo coste, comenzó su andadura en España en mayo de 2021, conectando Madrid con Barcelona, Zaragoza, Tarragona y Valencia. Destinos a los que se han ido añadiendo después otros como Alicante y Albacete.

Según datos hechos públicos por la propia compañía, en 2023 registró pérdidas por valor de 42,7 millones de euros, un 17 % más que en 2022.

La operadora reconoce que hay una guerra de precios en el mercado y manifiesta que «la llegada a finales de 2022 de un tercer operador (Iryo) ha supuesto la existencia de una mayor oferta de plazas en el mercado, generando una guerra de precios para atraer a los clientes, una situación competitiva muy exigente a nivel comercial».

La compañía también hace referencia a la elevada inflación como otra de las causas que han dado lugar al incremento de las pérdidas.

A pesar de los resultados, el año pasado Ouigo aumentó su plantilla desde los 245 trabajadores que tenía en 2022 hasta 295, incluyendo más maquinitas y tripulación de servicios.

Renfe sigue en pérdidas

La crisis de la rentabilidad de la alta velocidad también afecta de forma directa a Renfe.

A pesar de tener más del doble de servicios que sus competidores, cerró 2023 con 65 millones de euros en pérdidas. Ocasionados, en gran medida, porque ha tenido que rebajar el precio de los billetes para poder competir con Ouigo e Iryo.

La reputación de la empresa tampoco atraviesa su mejor momento, especialmente desde que hace unos meses anunciara cambios en su programa de puntualidad para reducir los supuestos en los que debe indemnizar a los pasajeros si se produce un retraso en los trenes.

Sumando todos los servicios que ofrece Renfe a través de sus filiales Renfe Viajeros y Renfe Mercancías, la compañía cerró 2023 con 123,37 millones de euros en pérdidas, habiendo ingresado 290 euros millones de euros menos que en 2022 por la venta de billetes.

El conflicto entre Renfe y sus competidoras

La guerra de precios derivada del incremento del número de empresas que prestan el servicio de transporte de pasajeros en las líneas de alta velocidad, ya está teniendo consecuencias legales.

Óscar Puente, ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, anunció el pasado mes de junio que Renfe iba a denunciar a Ouigo ante la Comisión Europea por incurrir en competencia desleal. El ministro declaró que la empresa francesa estaba vendiendo billetes muy por debajo del precio de coste, lo que ha arrastrado a Iryo y Renfe a una política de bajada de precios que está provocando importantes pérdidas.

En este conflicto, la Unión Europea se ha posicionado del lado de Ouigo. El informe «Estudio sobre pasajeros y servicios de transporte ferroviario de mercancías, precios para clientes finales», destaca las ventajas que está teniendo la liberalización del sector. Remarcando que en el caso de España la llegada de nuevos operadores ha hecho crecer un 167 % la demanda de transporte por ferrocarril.

El estudio destaca que en España hay dos segmentos de mercado. Uno formado por quienes buscan más calidad en el viaje y otro por aquellos que toman su decisión de compra basada en el precio del billete. Y es en este segmento precisamente en el que más compiten las empresas.

Desde Bruselas también hacen hincapié en que hay que seguir liberalizando el mercado, lo que supondrá una mayor competencia y puede dar lugar a una nueva caída de los precios.

«Aunque la apertura del mercado del transporte de pasajeros es relativamente reciente, y el impacto todavía no se puede medir con precisión, la aplicación del cuarto paquete ferroviario y sus medidas conexas contribuirán en gran medida a la realización de todo su potencial» se señala en el informe.

La liberalización del autobús continúa sin llegar

Los problemas se extienden a otros segmentos del transporte. En el caso del transporte de viajeros en autobús, España es una excepción dentro del territorio de la Unión Europea, y continúa siendo uno de los pocos socios que no ha liberalizado el sector para aumentar la competencia y conseguir así que los precios de los billetes resulten más asequibles para los ciudadanos.

Las pequeñas empresas del sector llevan más de una década reclamando la liberalización en un sector en el que las licencias se conceden por plazo de 10 años, lo que limita mucho la capacidad de actuación de las compañías.

En la actualidad, viajar en autobús dentro del territorio español es más caro que hacerlo en tren o que viajar en autobús desde España al extranjero.

La situación ya fue criticada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que en un informe de 2022 aseguraba que muchas líneas no han tenido que hacer frente nunca a la competencia.

A pesar de los reclamos, desde el Ministerio de Transportes no se han dado pasos para avanzar en la liberalización de este sector.

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