El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha declarado este jueves que ha observado «pocos» Lamborghinis en las calles, aludiendo a las palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien el día anterior, para justificar un aumento de impuestos a los más ricos, afirmó que España necesita «menos Lamborghinis y más transporte público».
En una entrevista en Onda Cero, Cuerpo subrayó que más allá del ejemplo específico que utilizó Sánchez, el mensaje central de la intervención del presidente es que es necesario combatir la desigualdad en España y que quienes poseen mayores recursos deben aportar más al sistema fiscal.
El ministro de Economía subrayó que, aunque el ejemplo del Lamborghini frente al transporte público es muy gráfico, lo esencial es el mensaje que transmite: la necesidad de que quienes posean grandes riquezas en el país contribuyan de forma más significativa al sistema fiscal. «Todos podemos aceptar, todos podemos estar de acuerdo en que aquellas grandes fortunas, aquellos grandes patrimonios que tengamos en nuestro país (…), tienen que contribuir en mayor medida», reiteró.
El ministro también comentó que el debate sobre la necesidad de que las grandes fortunas contribuyan más no es exclusivo de España, ya que otros países también están tomando medidas similares. Mencionó que, por ejemplo, Brasil planteó recientemente en el G20 la posibilidad de establecer un impuesto a los más ricos. El ministro demostró que este tipo de propuestas ya están bien asentadas en la discusión internacional y que es difícil rebatir la idea de que quienes más tienen deben aportar más al sistema.
En cuanto a la posibilidad de modificar el Impuesto sobre las Grandes Fortunas, crear nuevos impuestos o ajustar los tramos del IRPF, el ministro evitó dar detalles concretos, señalando que el Gobierno está todavía en proceso de definir cómo se implementarán estos cambios.
Respecto a los Presupuestos Generales del Estado para 2025, Cuerpo reafirmó que el Ejecutivo está centrado en aprobar nuevas cuentas para ese año, con la esperanza de que, aunque la negociación será intensa, se llegue a un acuerdo que satisfaga a todas las partes implicadas.
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