miércoles, mayo 31, 2023
- Publicidad -

Apocalipsis financiero: ¿se aproxima un momento Minsky?

No te pierdas...

Francisco Jiménez
Francisco Jiménez
Jurista y economista por la Universidad Carlos III de Madrid.

Últimamente estamos asistiendo a una sucesión de hechos en la economía global que parece recordar días sombríos de un pasado no tan lejano. La alarma ha saltado tras lo acontecido con el hundimiento en Bolsa primero del Silicon Valley Bank (SVB), posteriormente de Credit Suisse y hace unos pocos días con la caída de las acciones del Deutsche Bank.

Bajo este panorama de incertidumbre y pesimismo en los mercados financieros, y con los ecos todavía resonando de lo que sucedió allá por el 2008 con la caída del Lehman Brothers como detonante de la Gran Recesión, son muchos los que ven en estos acontecimientos un patrón previo a la futura crisis económica que está por llegar.

Mercados financieros

Las primeras turbulencias vinieron del otro lado del Atlántico. El SVB era, para los muchos que no lo conocíamos, un banco comercial americano cuyo negocio principal era el prestar crédito a empresas tecnológicas que estaban empezando, es decir, startups, y otras compañias de capital de riesgo. El crecimiento vertiginoso del sector tecnológico durante todos estos años dependía en gran medida por la política monetaria expansiva (bajos tipos de interés) llevada a cabo por la Reserva Federal (FED). Y cuando estas empresas florecieron, otras entidades como SVB crecieron junto a ellas. Sin embargo, en 2021 esto cambió. El ritmo de subidas de tipos de interés llevada a cabo por la FED para luchar contra la inflación fue el desencadenante de la caída del SVB. ¿Por qué? Gran parte de los activos de estos bancos son carteras de renta fija: letras del Tesoro y bonos de Estados Unidos. La posición de la cartera de inversión hasta entonces del SVB parecía de gran calidad y segura, pero con la subida de tipos el valor de su cartera de bonos cayó, y eso se tradujo en una crisis de liquidez. El balance no se encontraba en buena situación: bonos a largo plazo devaluándose en el activo y depósitos bancarios a corto plazo por el lado del pasivo. Los depositantes de este tipo de bancos son muy volubles. Al existir mejores inversiones, acudieron a retirar sus depósitos, obligando a SVB a liquidar sus posiciones en renta fija con la consiguiente pérdida que conllevaba vender antes de vencimiento por la bajada del precio de los bonos consecuencia del aumento de lo tipos. De la noche a la mañana, el banco quebró. La FED ha tenido que intervenir para evitar un contagio sistémico.

Las dificultades en el Viejo Continente se manifestaron primero en la financiera suiza Credit Suisse, aunque por circunstancias diferentes. Este banco llevaba arrastrando ya problemas desde antes del 2021. En el año 2019, el banco suizo ya estuvo inmerso en un escándalo de espionaje de altos directivos de la competencia. En el año 2021, sufrió pérdidas millonarias por sus posiciones en Archegos y Greensill. A finales de ese mismo año, el banco reconoció el lavado de dinero, lo que mermó su credibilidad. El detonante aquí fue una infructuosa ampliación de capital, que desató las alarmas sobre los posibles problemas de liquidez del banco, por lo que las acciones se desplomaron un 30%. Ante el inminente colapso, su competidor UBS adquirió Credit Suisse, resolviendo momentáneamente el problema.

La última en tambalearse ha sido el Deutsche Bank. En los últimos años, se le viene señalando como eslabón débil dentro de los grandes bancos europeos. La razón principalmente es que cuenta en su balance con una fuerte exposición a derivados complejos y una posición importante en hipotecas de oficinas y locales en EEUU. Este 24 de marzo, el banco germano se hundió en Bolsa debido a un ataque especulativo. Un inversor compró unos 5 millones de euros en CDS (Credit Default Swaps) sobre la deuda subordinada del banco. Los CDS son seguros de impagos que cubren el riesgo de impago de un activo. Pero algunos inversores los utilizan para ponerse en corto. El precio de los CDS sube, si el activo (las acciones del Deutsche Bank) al que están vinculados cae. De esta manera, comprar CDS es una manera fácil de contratar posiciones bajistas. Cotizan en mercados opacos y pocos líquidos, y multiplican la posición del inversor de forma apalancada. Esto fue recibido por los mercados financieros como una señal de problemas en un entorno donde el nerviosismo y la incertidumbre ya se había instalado tras lo sucedido con el SVB y el Credit Suisse, lo que llevó a las acciones del banco a desplomarse y a la salida de depósitos, y dejándolo al borde del colapso.

Lo sucedido con los dos bancos europeos si preocupaba más. Estos bancos son considerados bancos de riesgo sistémico como así recoge el siguiente gráfico.

El estrés financiero que está instalado a día de hoy en los mercados ha sido desencadenado por la subida de tipos de la FED y el BCE. Las sospechas se ciernen sobre los bancos, lo que hace preguntarse a la población si estamos al borde de una nueva crisis financiera.

Momento Minsky

La Economía es una ciencia complicada, la “ciencia lúgubre” como así la apodaba Thomas Carlyle. El castillo teórico básico actualmente de la Economía está formado en su mayoría por la Escuela neoclásica. Autores como Alfred Marshall y Leon Walras dotaron a esta ciencia social de un método y un cuerpo matemático para analizar los fenómenos económicos. Estos autores tomaron las aportaciones e intuiciones de los clásicos (Smith, Ricardo…) y le dieron un cuerpo científico. Los clásicos se fijaron en otras ramas de la ciencia como la termodinámica para elaborar sus hipótesis. Entre ellas subyace la idea del equilibrio: estado o condición que ocurre cuando todas las fuerzas del mercado se mantienen estables y permanentes. Los economistas tendemos a creer que existe un punto de equilibrio donde dos fuerzas (oferta y demanda) se igualarán en ese punto y como resultado tendremos un precio y una cantidad de equilibrio. Esta idea de estabilidad impregna toda la disciplina, y no es necesariamente errónea.

No obstante, un autor retó este paradigma. Hyman Minsky fue un economista postkeynesiano que ganó relevancia póstumamente durante la Gran Recesión. En esta crisis, las teorías mainstreams parecían no explicar del todo lo sucedido. La idea fundamental de su postura era que la estabilidad era desestabilizante. La mayoría de macroeconomistas utilizan modelos de equilibrio más o menos sofisticados. Lo que hace que el modelo se desestabilice es un shock externo. Minsky no estaba de acuerdo con esto, consideraba que la propia dinámica del modelo podía sembrar la semilla de la próxima crisis. Postulaba que un período de prosperidad y relativa calma (tipos de interés más bajos) viene a menudo acompañado de la percepción de que el riesgo es menor. Lo anterior lleva a los agentes a tomar más riesgos, hasta el punto donde la acumulación de riesgos se hace insostenible. En su hipótesis de la inestabilidad financiera, distingue 3 etapas de endeudamiento.

  1. Financiación cubierta: los deudores pueden responder a sus préstamos más los intereses con todo lo que generan.
  2. Financiación especulativa: los deudores sólo pueden hacer frente a los intereses y no al principal, por lo que necesitarán renegociar o presentar garantías.
  3. Esquema ponzi: los deudores son incapaces de hacer frente a sus obligaciones, y estas solo se podrán refinanciar con el aumento de valor de los activos en posesión.

En esta última etapa es donde se desatará el caos. Cuando algún evento hace caer el precio de los activos, el castillo de naipes se desploma. Bancos y prestamistas no recuperarán los préstamos realizados. Inversores, familias y empresas se apresurarán a vender sus activos para evitar pérdidas mayores. Inundarán el mercado de más activos, haciendo hundirse aun más el precio. Este hecho es el conocido como Momento Minsky, aquel momento donde todo se desestabiliza.

Minsky Moment.png

Esta teoría es de sumo interés en los tiempos que corren. La incertidumbre instalada en los mercados, con las subidas de tipos están tensando la cuerda. Aún siendo necesarios para combatir la inflación, el riesgo de que se desencadene un nuevo momento Minsky está ahí latente. Parece complicado el objetivo de la FED y el BCE de lograr un soft landing. Es posible que lo ocurrido con estos bancos haya sido un aviso para navegantes de que la recesión esté cerca. Esperemos que no.

Relacionadas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -

Últimas noticias

- Publicidad -