Menos de cuatro millones de trabajadores y trabajadoras en paro y un empleo similar al de 2011. El gobierno asegura haber recuperado 1,5 millones de empleos de los 3,3 millones que se llevó la crisis.
Sin duda una buena noticia. No se trata de empañar el mejor resultado para un mes de mayo en la historia. No obstante, ni somos como éramos en 2011 ni las cifras garantizan el final del bucle, desaceleración, crisis y desempleo.
Tomemos las afiliaciones a la seguridad social que nos indican el empleo creado. El trabajo por cuenta ajena creció en este mes de mayo en 98.004 afiliados. En términos anuales, el sistema suma 440.529 afiliados más, el 2,56%.
Esta es la primera cifra que nos sugiere una alerta. El año pasado por estas fechas, e incluso los primeros meses de este año, el crecimiento de la afiliación se producía a tasas superiores al 3,5 %. Es decir, puede apuntarse una desaceleración del ritmo de crecimiento del empleo consistente con otras cifras macroeconómicas que sugieren un cierto parón.
Tipo de empleo
Un segundo dato importante se refiere a la estructura de contratación. En mayo se han firmado poco más de 1,5 millones de contratos temporales, el 92% del total de los contratos firmados. En mayo la contratación indefinida cae en comparación con el mes anterior y crece mucho la contratación temporal.
El empleo creado lo ha sido en un 39% en la hostelería y casi un 9% vinculado al comercio. Dicho de otro modo, prácticamente la mitad del empleo creado esta relacionado con la temporada turística y la estacionalidad. Aunque el empleo crece en todos los sectores, solo el 6% del empleo se crea en la industria.
Otros datos macroeconómicos han señalado esta semana la creciente relevancia del turismo en la economía española. En Abril creció el turismo en un 13%. Ayer, al hacerse público el aumento del 20% en las matriculaciones de vehículos, se constataba que este crecimiento no se debía al consumo de las familias sino a las flotas de alquiler destinadas al turismo.
España se convertirá en los próximos meses en un inmenso parque temático dominado por el turismo. No cabe duda de que se trata de una actividad esencial para España. Pero tampoco de que no existe ningún dato que permita creer en un avance hacia un cambio de patrón productivo.
La temporalidad asociada a este tipo de contrato y la estacionalidad de la industria alerta sobre un retorno de las cifras de desempleo al final de la temporada.
Sostenibilidad de la Seguridad Social
Las cifras de ocupación alivian relativamente la situación de la seguridad social pero no parecen estabilizarla definitivamente.
Las cifras nos dejan en mayo 2,28 afiliados por cada pensionista, frente a los 2,25 que teníamos al comenzar el ejercicio. Ahora bien, una parte de las cotizaciones, las que corresponden a desempleados y desempleadas, las paga el estado. Sin considerar estas, la relación se reduce al 2,06, muy cerca de la barrera peligrosa de una ratio de 2 cotizantes por pensionista.
Por otra parte, las cifras de temporalidad, no sugieren que este mejorando el nivel salarial lo que redunda en una menor relación entre cotizantes e ingresos del sistema. Las cifras de déficit público de los cuatro primeros meses que se conocieron ayer alertaban sobre un déficit de seguridad social similar al del año pasado en cuanto lleguen las pagas extraordinarias.
Protección
Cada vez son menos las personas desempleadas que cobran prestaciones, la tasa de cobertura ya es de solo el 52,8 %, con un descenso del 3,7 % en comparación con el año anterior y el 35 % en relación a su valor máximo alcanzado en 2010, cuando llegó al 81 %.
Sorprendentemente, se dedican cada vez menos recursos a la protección a pesar de la brutal cifra de personas en paro: en mayo de 2016, el gasto en protección al desempleo bajó el 10% en comparación con el mismo mes de 2015 y el 41 % en comparación con 2012. Son 1.9 millones de personas paradas las excluidas del sistema de protección por desempleo con los datos de SEPE,
En suma, por encima de la buena noticia, el mercado de trabajo sigue mostrando notables vulnerabilidades. Las relativas a la desaceleración del crecimiento y, muy especialmente, la confirmación del contrato temporal como modalidad de relación laboral, sin que el modelo productivo, basado en la industria turística, aliente cambios en esa tendencia
Miguel de la Balsa