jueves, marzo 28, 2024
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La banca española, molesta por la presión del Gobierno, que les discrimina frente a sus competidores extranjeros

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Este viernes podría llegar al Consejo de Ministros el Real Decreto sobre reforzamiento del sector financiero, que obligará a las entidades financieras a tener una ratio de capital cercana al 10%. Tal vez haya un último guiño del Ejecutivo para suavizar este temido 10% (una exigencia “bestial”, según analistas consultados en días recientes), pero sea la cifra que sea, será alta y exigible en septiembre.

Será la mayor condición para los bancos y cajas de Europa hecha por un Gobierno que quiere dejar atrás los comentarios negativos desde el exterior sobre las necesidades de capitalización de nuestro sector, en especial de las cajas de ahorros. Llegado septiembre, las entidades estarán en perfectísimo estado de revista, o serán nacionalizadas.

Nuestros bancos y cajas están trabajando a marchas forzadas, intentando captar recursos que refuercen sus ratios. El malestar llega por la operativa de un serio competidor, como es ING Direct, que como firma holandesa no está sujeta a estas ratios,  mucho más exigentes que Basilea III, pero es una de las grandes captadoras de pasivo de este país. No hay que olvidar, sin embargo, que ING tuvo que precisar de un rescate en 2008, también para ser recapitalizada. Por aquel entonces, la cifra fue de 10.000 millones de euros. Nadie en España ha precisado algo así.

El caso es que nuestra banca está apretándose el cinturón como buenamente puede. Si la cifra se elevara hasta ese temido 10%, prácticamente ninguna estaría ahora mismo en condiciones de presumir de cumplimiento, en algo que se asemejaría más a un despropósito que a un plan de reforzamiento bancario.

Habrá que ver. De momento, algunas casas ya han movido ficha. Banco Sabadell amplió capital y la gran operación de este año es la salida a Bolsa de Caja Madrid, que todavía no tiene nombre como compañía cotizada y que con toda probabilidad no saldrá como Banco Financiero y de Ahorro. Rato tiene ante si todo un órdago, en una de las colocaciones más golosas no sólo de España, sino de toda Europa.

Bancos de negocios y despachos pujan por entrar en la operación, que podría superar los 4.000 millones de euros de tamaño a nada que la situación de los mercados acompañe. Esos son los deseos existentes en las torres inclinada de Plaza Castilla hoy en día. Sólo se sabe que la firma líder en la colocación será Lazard, antigua casa en la que Rodrigo Rato trabajó desde Londres. Pero habrá al menos otro par de colocadores (tal vez más), eso sin hablar de la artillería legal y de auditoría que será precisa.

Mientras eso llega, habrá que ver cómo superan las exigencias del Gobierno nuestros bancos y cajas, y si llegan más sorpresas. Porque las entidades financieras se han hartado de decir que si hay más requerimientos de capital, habrá menos crédito… y ya se sabe qué consecuencias tendrá eso para nuestra economía.

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