La leyenda negra del Viernes 13: entre la Última Cena y los templarios
Cada vez que el calendario señala un viernes 13, la superstición revive: cancelaciones, campañas especiales, advertencias. ¿Pero de dónde viene realmente esta leyenda negra? ¿Por qué este día arrastra tanta carga simbólica?
Aunque no hay una única causa, la combinación del número 13 con el viernes ha sido percibida durante siglos como sinónimo de infortunio. Hoy, viernes 13 de junio, vuelve a despertar esa mezcla de temor y fascinación.
El número 13 ha sido visto históricamente como un número “desordenado”, que rompe la armonía del 12 (como los 12 meses del año o los 12 apóstoles). Y el viernes, en la tradición cristiana, se asocia con la crucifixión de Jesús.
En España, aunque el 'temor' al martes 13 tiene más tradición, la cultura popular y el cine estadounidense han consolidado también el viernes 13 como fecha de referencia.
Entre la Última Cena y los templarios
Uno de los mitos más extendidos sobre el origen del viernes 13 sitúa su raíz en la Última Cena: había trece comensales, y fue precisamente Judas (el que traicionó a Jesús) quien ocupó el puesto número trece. Al día siguiente, viernes, Cristo fue crucificado.
Pero también hay referencias históricas documentadas que han contribuido a reforzar la fama negra del viernes 13. La más célebre ocurrió el 13 de octubre de 1307, cuando el rey Felipe IV de Francia ordenó la detención masiva de los templarios.
Muchos de ellos fueron torturados y ejecutados, y aquella redada se convirtió en un episodio clave en la persecución de la orden. Varios investigadores y novelistas lo consideran uno de los grandes orígenes del mito moderno.
Viernes 13 que pasaron a la historia
Aunque no todos los eventos ocurridos en viernes 13 pueden atribuirse a la superstición, algunas coincidencias han alimentado la narrativa del desastre:
En 1972, un avión que transportaba a un equipo de rugby uruguayo se estrelló en los Andes un viernes 13. Solo 16 de los 45 pasajeros sobrevivieron tras más de dos meses en condiciones extremas.
El 13 de septiembre de 1940, durante la Segunda Guerra Mundial, el Palacio de Buckingham fue bombardeado por la aviación alemana. El rey Jorge VI y la reina Isabel estaban presentes.
En noviembre de 2015, París sufrió una cadena de atentados terroristas también en viernes 13, con 130 fallecidos y centenares de heridos.
Aunque estas coincidencias pueden no tener una relación causal con la fecha, sí han reforzado su reputación simbólica.
Cuando el número 13 desaparece de los ascensores
El temor irracional al número 13 tiene nombre: triscaidecafobia. Y sus efectos son visibles incluso en espacios públicos.
Hay hoteles que no tienen planta 13, aerolíneas que omiten esa fila en sus aviones y edificios de oficinas donde el botón del piso 13 sencillamente no existe.
Algunas aseguradoras incluso reconocen una leve bajada en reservas o desplazamientos cuando se acerca un viernes 13, aunque no hay datos concluyentes sobre más accidentes ese día.