Esto es lo que nunca debes dejar dentro del coche en verano
Durante los meses de calor intenso, especialmente en pleno verano, las temperaturas dentro de un vehículo pueden alcanzar niveles peligrosamente altos en muy poco tiempo
Aunque muchos conductores subestiman estos riesgos, lo cierto es que dejar ciertos objetos o seres vivos en el interior del coche puede provocar consecuencias graves, incluso irreversibles.
Cuando un coche está estacionado bajo el sol, la temperatura interior puede elevarse hasta superar los 50 grados Celsius en menos de una hora, incluso si el aire exterior ronda solo los 30 grados. Este fenómeno convierte el habitáculo del vehículo en una trampa de calor. Dejar el coche con las ventanas ligeramente bajadas no basta para frenar este efecto.
Niños y mascotas, peligro mortal
Uno de los errores más peligrosos es dejar a niños o mascotas dentro del coche, aunque sea por unos minutos. Cada verano, se registran casos trágicos de menores o animales que fallecen por golpe de calor tras permanecer en un vehículo cerrado. Los niños pequeños no pueden regular su temperatura corporal de forma eficiente, y los perros, por ejemplo, solo sudan por las almohadillas de sus patas y dependen principalmente del jadeo para refrescarse.
Objetos que pueden explotar o deteriorarse
También hay que tener cuidado con ciertos objetos comunes que pueden sufrir daños o convertirse en peligrosos al estar expuestos a altas temperaturas dentro del coche:
- Aerosoles como desodorantes, ambientadores o sprays de limpieza, que pueden explotar con el calor.
- Dispositivos electrónicos como teléfonos móviles, tabletas o baterías externas, que pueden sobrecalentarse, hincharse o quedar inservibles.
- Medicamentos, cuyas propiedades pueden alterarse si se superan los 25 o 30 grados estándar de conservación.
- Alimentos, especialmente los que contienen grasas o lácteos, que pueden descomponerse y liberar olores o bacterias.
- Encendedores, mecheros o pilas, que también suponen un riesgo de explosión.
Antes de cerrar el coche, es importante revisar siempre si queda alguien o algo en su interior que pueda verse afectado por el calor. Hay aplicaciones móviles y sistemas de alerta en algunos vehículos modernos que recuerdan al conductor revisar los asientos traseros.
También se recomienda aparcar en la sombra siempre que sea posible, usar parasoles reflectantes y no dejar objetos delicados en zonas visibles o expuestas al sol. Y, sobre todo, nunca subestimar el poder del calor acumulado.
El interior de un coche en verano puede ser mucho más peligroso de lo que parece. Un descuido de pocos minutos puede acabar en una tragedia. La prevención y la conciencia son la mejor forma de evitarlo.