El Supremo veta la retransmisión de la declaración de Santos Cerdán y avisa: la instrucción no es un espectáculo
El Tribunal Supremo ha cerrado la puerta, de forma tajante, a que se retransmita en directo la declaración como investigado del dirigente del PSOE Santos Cerdán, prevista para este lunes. La petición —formulada por el propio Cerdán— ha sido desestimada por el magistrado Leopoldo Puente, que dirige la investigación del conocido caso Koldo, al considerar que esta solicitud es incompatible con el carácter reservado que debe regir la fase de instrucción penal.
Una solicitud que choca con la ley
En una providencia dictada este mismo viernes, el juez no deja espacio para interpretaciones: la Ley de Enjuiciamiento Criminal, en su artículo 301, establece con claridad que las diligencias del sumario no son públicas hasta la apertura del juicio oral. Y el propio Cerdán, según el instructor, admite en su escrito que su petición colisiona con ese principio legal.
Puente se muestra comprensivo con el interés mediático y social del caso —donde se investiga una presunta trama de adjudicaciones públicas a cambio de comisiones—, pero advierte que la justicia no puede convertir sus procesos en un plató de televisión. No lo dice así, pero se le entiende perfectamente: lo reservado, es reservado. Aunque pese.
Filtraciones previas y límites del sistema
El magistrado recuerda que las primeras comparecencias del caso se filtraron a la prensa, lo que generó una situación delicada. Por eso, desde entonces, el tribunal decidió no entregar los vídeos a las partes, sino permitir únicamente su consulta in situ en el Supremo. Y esa medida, dice el juez, ha funcionado. “Ninguna de las ya numerosas declaraciones posteriores ha trascendido”, asegura, con una mezcla de satisfacción y resignación.
Puente reconoce que el sistema judicial carece de herramientas eficaces para evitar o perseguir filtraciones, y lanza un dardo al legislador: es un problema que merece reflexión política. Ahora bien, insiste, no se puede corregir un mal generando otro peor. Y retransmitir una declaración reservada sería, en sus palabras, una “patología mayor”.
Petición denegada... y advertencia incluida
El tono de la providencia sube un grado cuando el magistrado advierte que acceder a la retransmisión podría suponer, incluso, una conducta delictiva por parte del juez. No lo afirma taxativamente, pero deja claro que no piensa ponerse en ese riesgo ni permitir que se desvirtúe el procedimiento. La ley es la ley, y no hay margen para experimentos.
El Supremo accede a parte de la documentación pedida
Cerdán también había solicitado que se recabara información patrimonial de su mujer y su hija, para compararla con los datos que él mismo se comprometía a entregar. En este punto, el juez accede parcialmente: sí autoriza la consulta de los registros públicos relativos a Cerdán, pero rechaza incluir a sus familiares, por considerar que el investigado no tiene legitimación para solicitar datos ajenos. No cierra la puerta a que esa información se solicite más adelante, si es pertinente, pero no lo acepta por ahora.
El PSOE pide quedarse al margen, pero el Supremo responde con frialdad
Por si fuera poco, en paralelo a esta tormenta judicial, el PSOE ha intentado proteger sus trapos internos. El partido ha solicitado al Supremo que excluya del procedimiento toda la documentación interna de la sede de Ferraz —incluida la estrategia electoral o la línea política del partido— que pudiera haber sido clonada por la Guardia Civil durante el registro del correo corporativo de Cerdán.
La respuesta del tribunal ha sido clara: el PSOE no es parte del proceso, y por tanto no puede hacer sugerencias ni peticiones. Solo permanecerá en el sumario aquello que, a juicio del juez, resulte de interés para la causa.
Un proceso bajo los focos... pero con límites
El caso Koldo, que investiga presuntos amaños en contratos públicos relacionados con material sanitario durante la pandemia, ha salpicado al exministro José Luis Ábalos, a su entonces asesor Koldo García, y ahora también al ex número tres del PSOE.
La defensa de Cerdán argumentó que, dada la magnitud y el impacto público del asunto, sería lógico permitir la retransmisión en directo de su comparecencia. Pero el Supremo ha puesto el freno. No se trata de una cuestión de oportunidad, sino de legalidad.
La justicia, recuerda el instructor, no puede funcionar a golpe de titulares, ni convertirse en un ejercicio de transparencia mal entendida. La discreción, a veces, es la única garantía de que un proceso se desarrolle con garantías para todos.