¿Quién es Alejandro Hamlyn? El empresario que incomoda a las grandes petroleras y cuyo juicio fue suspendido por tres motivos graves

Foto de Alejandro Hamlyn y instalaciones de Grupo Hafesa
La historia del fundador de Hafesa se entrelaza con una instrucción judicial marcada por decisiones polémicas y un archivo previo a gigantes como Repsol, Cepsa, Disa, Meroil y Galp

La sala estaba preparada. Todo apuntaba al inicio de uno de los juicios más esperados del año: el proceso contra varios responsables del Grupo Hafesa, la mayor operadora energética independiente de España. Pero lo que debía ser el pistoletazo de salida en la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, se desmoronó en cuestión de minutos. ¿El motivo? Un cóctel de motivos judiciales y circunstancias imprevistas que dejaron a todos —fiscales, defensas y periodistas— con una misma pregunta en el aire: ¿cómo hemos llegado hasta aquí?

Y es que este no es solo el juicio de Hafesa. Este es, sobre todo, el juicio de Alejandro Hamlyn López-Tapia, un empresario que ha sabido plantar cara a las grandes petroleras y que ahora se enfrenta a una maquinaria judicial que algunos ven como algo más que justicia.

Tres motivos, una misma consecuencia: juicio suspendido

La jornada del lunes comenzó con tensión. La sala aguardaba a los acusados, pero uno de ellos —el propio Hamlyn— no apareció. La razón resultó demoledora: no se le había citado personalmente. No era un simple error de secretaría. La Ley de Enjuiciamiento Criminal, en su artículo 746, es clara: esa notificación es obligatoria, y su ausencia constituye un motivo legítimo de casación, según el artículo 850.2 de la misma norma.

Pero el asunto no quedó ahí.

Emmanuel Fernández Collado, otro de los acusados, tampoco compareció. ¿El motivo? Se encontraba en quirófano, sometido a una operación de urgencia. Así consta en la documentación médica aportada por su defensa. La ley también contempla esta causa de suspensión, recogida en el artículo 746.4.

Y por si todo esto fuera poco, todas las defensas denunciaron que no se les había entregado una parte fundamental de las pruebas. Un golpe directo al corazón del derecho de defensa. Sin acceso a esas pruebas, ¿cómo podían ejercer su labor? La verdad es que no podían. Así de sencillo. Así de grave.

Alejandro Hamlyn: el rostro detrás de Hafesa

Hablar de Alejandro Hamlyn es hablar de una biografía tejida con apuestas arriesgadas. Es nieto de una de las familias más influyentes del empresariado naviero español. Su linaje no es un detalle menor: sus abuelos fueron dueños de una de las grandes navieras del país y accionistas del antiguo Banco de Bilbao (hoy BBVA), con intereses históricos en el mundo de los hidrocarburos.

Huérfano de padres, criado entre Bilbao, Hamlyn no tardó en absorber el lenguaje del comercio internacional. Su formación fuera de España le permitió moverse con soltura en los mercados de derivados de hidrocarburos, pero fue en 2015 cuando tomó la decisión que lo cambiaría todo: regresó a España y fundó Elcano Energía, una comercializadora de gasóleo vinculada a Mabanaf —actual MB Energy, filial del poderoso conglomerado alemán Marquard & Bahls, dueño de Oiltanking, una de las mayores redes de almacenamiento del mundo.

Un año más tarde, nace Grupo Hafesa. Y con él, una revolución en el sector.

El “pecado” de Hafesa: crecer sin pedir permiso

Desde su creación, Hafesa ha ido comprando, almacenando y distribuyendo hidrocarburos a una velocidad que incomodó a muchos. En apenas unos años, logró facturar 1.500 millones de euros en 2024, un 60 % más que el año anterior. Todo esto mientras era investigada en la Audiencia Nacional.

Para muchos, eso ya era un milagro empresarial. Para otros, un desafío intolerable.

Porque Hafesa no solo creció. Compitió. Y compitió bien. Solo en su terminal de Bilbao, llegó a vender más de 20.000 millones de litros desde 2018 a distribuidores minoristas, desplazando a operadores tradicionales en zonas clave. Y eso, en un sector dominado durante décadas por Repsol, Cepsa, Disa, Galp y Meroil, no se perdona fácilmente.

El archivo de las grandes y la apertura contra Hafesa

Aquí es donde la historia se vuelve espinosa. En 2017, el Juzgado Central de Instrucción n.º 4 de la Audiencia Nacional, con el mismo juez (Fernando Andreu Merelles) y la misma fiscal (Rosana Lledó Martínez) que hoy dirigen la causa contra Hafesa, decidió archivar las Diligencias Previas 43/2015.

Esa investigación afectaba a Repsol, Cepsa, Disa, Galp y Meroil por posibles pactos de precios en perjuicio de los consumidores. A pesar de que la Sala de lo Penal se opuso al archivo, se cerró la causa a petición expresa de la Fiscalía. Ninguna acusación popular recurrió.

Y meses después, con idéntico magistrado y fiscal, se abren las Diligencias Previas 51/2018 contra Hafesa, el único gran competidor independiente de esas multinacionales.

¿Casualidad? Tal vez. Pero resulta complicado no levantar una ceja.

Una pregunta incómoda

No hace falta conspirar para notar un patrón. Cuando un jugador nuevo entra al tablero y empieza a ganar, suele alterar equilibrios. Y cuando esos equilibrios afectan a sectores estratégicos, los resortes del poder se activan. ¿Está siendo Hafesa víctima de una represalia institucional? ¿O simplemente se trata de un proceso judicial complejo, lleno de aristas?

Lo cierto es que las coincidencias existen, pero cuando se acumulan en el mismo despacho, con los mismos protagonistas, es legítimo —y periodísticamente necesario— plantear la duda.