Pesqueros al servicio del narcotráfico: así son los barcos nodriza 'invisibles' en alta mar

Los barcos pesqueros reconvertidos en 'nodrizas' son hoy una de las herramientas más eficaces y discretas para el transporte transoceánico de cocaína.
Su apariencia legal y su autonomía convierten a estos pesqueros en herramientas perfectas para transportar cocaína entre continentes. En los últimos años, se han multiplicado las incautaciones de este tipo de embarcaciones

En los mapas del narcotráfico global, hay embarcaciones que no figuran en los radares. Los barcos pesqueros reconvertidos en 'nodrizas' son hoy una de las herramientas más eficaces y discretas para el transporte transoceánico de cocaína.

Su apariencia legal, su autonomía en alta mar y su capacidad de carga los hacen ideales para transportar grandes volúmenes de droga entre continentes sin levantar sospechas. Estas embarcaciones, camufladas como buques de pesca tradicionales, actúan lejos de las rutas comerciales convencionales, cruzando océanos con cargas ocultas y sistemas de localización apagados o alterados.

Con compartimentos dobles, tanques falsos y sin necesidad de tocar puerto, operan de forma silenciosa desde América hasta Europa, Australia o EE. UU., reforzando una red logística marítima que es cada vez más sofisticada.

Características de los barcos pesqueros nodriza

Entre los rasgos que comparten estas embarcaciones adaptadas para el narcotráfico destacan:

  • Disfraz de buque pesquero tradicional.
  • Compartimentos ocultos (dobles fondos, tanques falsos).
  • Sistemas de posicionamiento GPS apagados o manipulados.
  • Autonomía suficiente para cruzar el océano sin escalas.

Zonas de embarque y métodos de carga

Además, muchas de ellas operan desde zonas especialmente vulnerables por la debilidad institucional o la presencia de redes criminales consolidadas. Los cargamentos suelen embarcarse en:

  • Playas remotas y ríos del Caribe, Venezuela, Brasil y Colombia.
  • Puertos pesqueros donde hay corrupción o control de grupos armados.
  • Altamar, mediante transferencias desde lanchas rápidas.

La droga viaja oculta en la estructura del pesquero y, ya cerca de su destino, se transborda a veleros, lanchas o contenedores que se encargan de su entrada final al país.

Ejemplos recientes de incautaciones

Las autoridades de distintos países han interceptado pesqueros de este tipo en operaciones relevantes:

Australia (2024): se detectó una carga de más de una tonelada de cocaína en aguas próximas a Sídney, lista para ser recogida por una lancha local.

España (2022): un buque gallego fue interceptado en el Atlántico con 3.000 kilos de cocaína.

Estados Unidos (2021): la Guardia Costera capturó un pesquero panameño con 2.500 kilos de cocaína.

El mar como eje de la logística criminal

El mar sigue siendo un escenario crucial en las redes de narcotráfico. Por eso, reforzar la vigilancia marítima, mejorar los controles sobre la flota pesquera internacional y fomentar la cooperación global entre países es más urgente que nunca.