Con la mano en carne viva. Así ha vuelto a quedar la mano izquierda de Nadal tras imponerse al búlgaro Grigor Dimitrov en los cuartos de final del Abierto de Australia. La continuidad del mallorquín en Australia corre serio peligro, por lo que deberá vendarse de nuevo la mano izquierda por precaución para evitar problemas en el saque.
Llegó a Melbourne con una enorme llaga en la mano izquierda que ahora se ha convertido en una herida. Sin embargo, el número uno del mundo se ha mostrado esperanzado de que la ampolla de su mano mejore porque le molestó mucho sobre todo en el servicio.
Nadal ha reconocido que para golpear su 'drive' "no es un gran problema", pero sí "un poco más" para el servicio, que ante el búlgaro le fue "más lento". "Serví mal. Es un 'feeling' terrible con el servicio, porque sientes que no puedes acelerarlo en el momento adecuado y pierdes un poco la concentración", comentó.