Los jóvenes, algunos de ellos procedentes del cercano campus universitario de Oakland, se reagruparon en otros puntos de la ciudad, antes de retomar su marcha, en la que portaban grandes carteles con lemas contra el capitalismo. La policía les bloqueó el paso en otros puntos, con mensajes difundidos por altavoz en inglés y en español, en el que se les recordaba que la protesta no contaba con la autorización pertinente y que, por tanto, era ilegal.
Pittsburgh se encuentra prácticamente tomada por las fuerzas de seguridad ante la cumbre del G20 que se inició este jueves, y que ha trajo a la ciudad a los jefes de estado y de gobierno de 19 países, así como a representantes de la Unión Europea. Los cerca de mil policías de la ciudad se han sumado un batallón de combate de la Guardia Nacional recién llegado de Irak, así como 3.000 agentes adicionales de las fuerzas de seguridad estatales y nacionales.
Las autoridades han desplegado alrededor del centro de convenciones muros de hormigón y vallas metálicas, mientras que varios helicópteros militares sobrevuelan la zona para prevenir incidentes. Las protestas comenzaron anoche, cuando miembros de la organización ecológica GreenPeace se colgaron de uno de los 400 puentes que atraviesan la ciudad, y desplegaron un gran cartel de 25 metros, para alertar de los peligros del cambio climático y de la necesidad de reducir las emisiones de CO2.