Israel ordena evacuar Jan Yunis ante un inminente ataque a gran escala

Israel IDF / Archivo

El Ejército israelí ha declarado toda la provincia de Jan Yunis como "zona peligrosa de guerra" y exige la evacuación inmediata de miles de palestinos mientras continúa su ofensiva terrestre en Gaza

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han intensificado su campaña militar en Gaza con una advertencia clara: los habitantes de Jan Yunis, la segunda ciudad más importante del enclave, deben abandonar el área sin demora. Esta decisión forma parte de la operación terrestre "Carros de Gedeón", que se activó el pasado domingo y cuyo objetivo declarado es desmantelar las capacidades militares de las facciones armadas palestinas.

En un comunicado difundido en la red social X, el portavoz del Ejército israelí en árabe, Avijay Adraee, lanzó una severa advertencia:


"Las Fuerzas de Defensa de Israel lanzarán un ataque sin precedentes para destruir las capacidades de las organizaciones terroristas en esta zona. Deben evacuar inmediatamente hacia el oeste, al área de Mawasi", indica el mensaje.

El área de Al Mawasi, un campamento de desplazados ubicado en la costa, había sido designada anteriormente como "zona segura", aunque ha sido blanco de bombardeos en otras ocasiones.

Toda la gobernación, declarada zona de guerra

Además de Jan Yunis, el Ejército israelí ha ordenado el desplazamiento de los habitantes de Beni Suhaila y Abasan, dos localidades situadas en el sur de la Franja. Las autoridades militares han calificado oficialmente a toda la provincia de Jan Yunis como una "zona peligrosa de guerra".

Antes del inicio del conflicto actual tras el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, más de 200.000 personas residían en Jan Yunis y más de 400.000 en su provincia. Desde el comienzo de la ofensiva terrestre, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha sostenido que el objetivo de esta etapa es tomar el control total de la Franja. En un mensaje difundido en redes sociales este lunes, calificó los combates como "intensos" y de "enorme magnitud".

En el mismo video, Netanyahu justificó la autorización para permitir una entrada limitada de ayuda humanitaria en Gaza. "La decisión de permitir una entrada mínima de ayuda es por razones diplomáticas", aseguró, en un intento de frenar las crecientes críticas internacionales ante el riesgo de hambruna en el enclave palestino.

Al menos 35 muertos en las últimas 24 horas

La orden de evacuación ha sido precedida por intensos bombardeos en varias zonas del norte y sur de Gaza, que según fuentes palestinas, han dejado al menos 35 fallecidos este lunes. Las FDI han asegurado haber atacado 160 "objetivos terroristas", entre ellos instalaciones en el hospital Nasser, ubicado precisamente en Jan Yunis.

El norte del enclave tampoco ha escapado a los ataques; un dron israelí habría provocado la muerte de dos personas en una tienda de campaña utilizada como refugio. Además, se han reportado víctimas en el hospital Indonesio en Beit Lahia, que permanece cercado por fuerzas israelíes.

Ayuda humanitaria insuficiente

Mientras se multiplican los desplazamientos y las necesidades básicas se agravan, la entrada de ayuda a Gaza sigue siendo escasa e incierta. Pese al anuncio de Netanyahu sobre el ingreso de asistencia "básica", la realidad sobre el terreno muestra un panorama muy distinto.

Al mediodía del lunes, no se observaba actividad en el cruce de Kerem Shalom, principal punto de acceso de mercancías entre Israel y Gaza. Tampoco se ha reabierto el cruce de Ráfah, al sur, controlado por Israel. Fuentes palestinas hablan de la posible entrada de 50 camiones con alimentos esenciales como harina y legumbres, mientras medios israelíes reducen esa cifra a nueve camiones con comida infantil.

Antes del conflicto, entraban diariamente unos 500 camiones de suministros. Actualmente, cualquier cifra manejada es insuficiente para una población que supera los dos millones de habitantes.

Creciente aislamiento internacional

La nueva ofensiva ha provocado reacciones inmediatas por parte de Hamás, que ha advertido sobre el impacto que esta operación podría tener en los rehenes israelíes aún retenidos. Según cálculos actuales, quedarían vivos cerca de una veintena de los 250 secuestrados el 7 de octubre por el grupo palestino.

Mientras tanto, la Corte Internacional de Justicia continúa investigando si Israel está cometiendo crímenes de genocidio. Desde el inicio de la guerra, los bombardeos han dejado más de 53.000 víctimas palestinas, según datos palestinos.