Irán bombardea Israel en su primera respuesta armada tras el ataque de EE.UU.
Irán ha ejecutado en las últimas horas su primera respuesta armada tras el bombardeo estadounidense a sus instalaciones nucleares, lanzando una oleada de casi 30 misiles contra el centro y el norte de Israel. El ataque, que ha dejado al menos 16 personas heridas —una de ellas de gravedad—, representa un giro peligroso en un conflicto que no deja de intensificarse y al que ahora se suma de manera abierta la República Islámica.
Las explosiones se registraron en varias ciudades israelíes, entre ellas Tel Aviv, Nes Tziona y Haifa, según ha confirmado el servicio de ambulancias Magen David Adom. El herido más grave, un hombre de 30 años, presenta lesiones por metralla. Las otras 15 víctimas sufrieron heridas leves y fueron atendidas en distintos puntos del área metropolitana.
Operación Promesa Verdadera 3
La Guardia Revolucionaria iraní ha reivindicado el bombardeo poco después, describiéndolo como la “vigésima oleada” de su Operación Promesa Verdadera 3, una campaña de represalia que Teherán lanzó tras el comienzo de los ataques israelíes contra territorio iraní hace más de una semana.
Fuentes oficiales en Teherán han detallado que se usaron “misiles de largo alcance con ojivas de gran potencia”, propulsados por combustible líquido y sólido, en lo que describen como “un ataque legítimo en el marco del derecho a la autodefensa”.
Objetivos estratégicos
Según fuentes iraníes, los misiles tenían como blanco el Aeropuerto Internacional de Ben Gurión, un centro de investigación biológica, diversas bases logísticas y centros de mando y control del Ejército israelí.
A pesar de la magnitud del ataque, Israel ha logrado interceptar parte de los proyectiles gracias a su sistema de defensa aérea. Sin embargo, varios misiles lograron impactar en áreas urbanas, generando escenas de pánico en la población civil.
Este ataque marca un hito en la escalada del conflicto. Hasta ahora, las acciones de Irán contra Israel se habían canalizado a través de milicias aliadas como Hezbolá en Líbano o grupos armados en Siria. Con este bombardeo, Teherán responde de forma directa tanto a los ataques israelíes como al bombardeo estadounidense contra sus centros nucleares de Fordo, Isfahán y Natanz, ordenado por el presidente Donald Trump.
El ministro iraní de Exteriores, Abbas Araqchi, advirtió horas antes que las consecuencias de la ofensiva de Washington serían “duraderas” y que Irán se reservaba “todas las opciones” para proteger su soberanía.
El Consejo de Seguridad de la ONU ha sido convocado de urgencia y crecen las voces que piden un alto el fuego inmediato. No obstante, ni Washington, ni Tel Aviv ni Teherán han dado señales claras de querer frenar la escalada.