Las bengalas del Benfica ciegan al Atleti

El Atlético de Madrid no termina de arrancar esta temporada. Esta vez el equipo empezó jugando más y mejor que en los últimos encuentros ligueros, pero cometió el error de dejarse llevar por los intereses de un rival que no quería que se jugase al fútbol.

El Atlético lo bordó por momentos de la mano de Óliver y, sobre todo, de Correa, que fue el mejor del partido, aunque falló un gol muy claro. Asimismo, Jackson Martínez fue el protagonista negativo de la noche porque estuvo negado de cara a puerta, mientras Griezmann demostró que a veces se queda en nada si no explota su faceta goleadora.

El Calderón se engalanó de la mejor manera, con un público entregado a su equipo antes del inicio del encuentro. Por eso, el Cholo quiso regalarle a los suyos una alineación con Óliver Torres y Correa como titulares, toda una declaración de intenciones.

El Atlético comenzó mandando y su rival no tenía problemas a la hora de meterse a defender muy atrás. El equipo español mostraba su versión europea, mucho mejor que la liguera, y no es de extrañar que en esa tesitura la mayoría de los equipos del viejo continente se sientan inferiores. Los resultados de las últimas dos campañas de Champions pesan y el Benfica saltó al terreno de juego con muchísimos complejos, algo normal viendo lo que ha bajado el nivel del equipo esta temporada en su competición doméstica.

Sin embargo, la primera ocasión clara del encentro la tuvo Guedes que aprovechó un  despeje en falso de Oblak para colársela por encima, pero ahí estaba Filipe Luis para sacarla de la línea de gol. En cualquier caso, esa llegada fue solo un espejismo y el Atlético se adueñó por completo de las operaciones en los minutos posteriores.

Jackson Martínez se erigió como el verdadero protagonista. Falló una volea cantada, tras un gran pase de Gabi por encima de la defensa. Mandó al palo un centro de Óliver que remató en en plancha haciendo un escorzo. En cambio, entre una acción y otra Correa no perdonó y firmó un gol de bandera. El argentino inició la jugada con Óliver y tocó con Griezmann a un ritmo vertiginoso. El balón quedó franco en el perfil derecho del área y fusiló a Julio César por el mismo lado.

No había síntomas de remontada

Además, el mismo Correa tuvo en sus botas el segundo gol, tras otro fallo de Jackson que se encontró con el cuerpo de Julio César en un disparo a bocajarro. El ‘16’ rojiblanco se encontró el rechace muerto, pero lo mandó inexplicablemente a las nubes. Por suerte para él, el juez de línea anuló la jugada por fuera de juego inexistente.

El Atlético lo bordaba por momentos, pero los lisboetas sacaron petróleo de una jugada aislada. Godín despejó mal un centro desde la derecha y Gaitán remató solo en el segundo palo para superar a Oblak.. Además, en ese momento hubo una lluvia del bengalas desde la grada donde se encontraban los seguidores del Benfica y el público colchonero también se encendió.

El partido se afeó hasta el final de la primera parte, con lo que el Benfica consiguió llevarlo a su terreno. Asimismo, tras el descanso, el Benfica tuvo la suerte de encontrarse una contra en la que Filipe Luis y Godín estaban fuera de sitio. Gaitán bailó a Godín y la puso al segundo palo donde Guedes llegó justó para cruzarla lejos del alcance del meta del Atlético, al que pilló a contrapié.

En ese momento, el equipo de Simeone no tenía otra que irse a por el partido con garra, pero se encontró con Julio César en una doble parada. El portero tapó primero un disparo de Tiago que golpeó en Luisao y después un trallazo de Correa. El centrocampista portugués también rozó el gol en un cabezazo tras un córner, pero el balón se fue desviado por poco.

Después, el Benfíca supo meterle cloroformo al partido y los cambios de Simeone terminaron por matar a la poca claridad que tenía el equipo en los instantes finales. Gabi ya no daba una a derechas y Jackson no se entendía con Torees. El Atlético tiró gran parte de la segunda mitad.