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Zapatero insiste en que pondrá todo el empeño en lograr un pacto ante crisis

El presidente del Gobierno no quiso comentar las últimas declaraciones de los dirigentes políticos sobre el proceso de diálogo de dos meses abierto para buscar un acuerdo frente a la crisis, pero apostó por crear un clima adecuado para la negociación y ha garantizado que esa es la intención de los socialistas.

Zapatero insistió en que las últimas semanas se registraron movimientos de inversores o gestores de fondos de inversión para obtener beneficios a corto plazo ante determinados análisis sobre la evolución económica y de la deuda de algunos países.

Según su versión, algunos de esos movimientos están "concertados", como ocurrió en la semana del 4 de febrero, cuando la bolsa española sufrió una importante caída mientras se sucedían los análisis negativos de las perspectivas económicas del país.

Para Zapatero, es lógico que los gobiernos se preocupen y traten de evitar esas acciones, ya que pueden afectar al diferencial y a la calificación de la deuda soberana. "No es sano para la economía", manifestó.

A su juicio, aunque esa concertación pueda estar dentro de la legalidad, se debería reflexionar sobre ella y recordar que hay países que tienen otras regulaciones.

Se puede debatir si es una conspiración o una especulación, pero no pasa nada por decir que hay "una concertación especulativa", subrayó.

Al margen de esta cuestión, volvió a garantizar que cumplirá su obligación y situará el déficit público español en el 3% del producto interior bruto en 2013.

El déficit público, recalcó, fue "la respuesta necesaria a la crisis del sistema financiero internacional, provocada por el mal uso de productos creados para estar fuera de regulación y generar beneficios excesivos".

Según explicó, se trata de un déficit extraordinario y su corrección será progresiva, para no dañar la recuperación económica.

Este año se reducirá en "aproximadamente dos puntos" en relación con 2009 y los años siguientes habrá mayores recortes hasta alcanzar el 3 %.

A su juicio, es una política anticíclica de "bastante sentido común": "Cuando la economía va bien somos partidarios de ahorrar y tener superávit y cuando hay crisis, hay que hacer un esfuerzo" con recursos públicos para contrarrestar la caída.

El jefe del Ejecutivo reiteró también que el Gobierno prevé ver en este trimestre las primeras cifras de crecimiento de la economía española, lo que indicará que comienza la recuperación.