Wert aprueba la LOMCE y deja la política
El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, dejará la política una vez salga del Ministerio. Es decir, una vez consiga transformar completamente el sistema educativo español. Ese fue el mandato que el presidente Rajoy le encomendó y lo va a cumplir. Así lo ha anunciado él mismo este jueves en un desayuno informativo organizado por Europa Press en el que ha contado con el apoyo de dos de sus compañeros del Consejo de Ministros: el titular de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, y la de Empleo, Fátima Báñez.
Con la comunidad educativa completamente en contra, el ministro de Educación ha aprovechado su intervención de este jueves para volver a defender una de las reformas más polémicas del Gobierno 'popular'. "Sabía que hacer una reforma educativa encuentra siempre muchas resistencias, que generalmente acaban polarizándose en la persona a la que le toca ese encargo y, probablemente en un mal cálculo de mis fuerzas y un exagerado cálculo de mis capacidades, decidí que puesto que yo no tengo ambiciones políticas de ningún género y puesto que yo no voy a seguir en política después de este empeño (...) creía en esta reforma y no tenia miedo a afrontar el coste personal que podía suponer", ha aseverado Wert.
¿El principal objetivo? mejorar los datos registrados hasta el momento. El ministro Wert insiste reiteradamente en que el sistema anterior no funciona: una tasa de abandono escolar del 30% y una tasa de desempleo juvenil del 56% son dos muestras más que evidentes a ojos del titular de Educación. Por el momento, la Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOMCE) ya está aprobada, sólo falta superar el trámite parlamentario, y ahora también está inmerso en la reforma del sistema universitario. Dos iniciativas que le han valido el rechazo mayoritario de la sociedad, como bien demuestra la última pitada sufrida a su entrada en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en Santander. Aún así, Wert asegura que habría aceptado el cargo igualmente. "Sería un imbécil si dijera que siento satisfacción (por las protestas). Satisfacción no siento. Con esto le acaban minando a uno la moral pero todavía a ese estadio no he llegado", ha ironizado el ministro, que ha recordado que hace un año y medio aceptó "un ofrecimiento que no esperaba del presidente del Gobierno no para ser ministro, sino para serlo de Educación, Cultura y Deporte y evidentemente, si lo acepté era muy consciente".
Becas de excelencia vs. becas sociales
Así pues, el ministro Wert, y para no perder la costumbre, se ha vuelto a enrocar en la última de sus polémicas: las becas. Los requisitos de acceso a estas ayudas están suponiendo un quebradero de cabeza para el Ejecutivo 'popular'. El titular de Educación sigue defendiendo su proyecto -que tuvo que modificar modestamente tras su reunión con los rectores de las universidades-: un 6,5 la nota mínima para acceder a ayudas económicas al estudio en la universidad y deja en un 5,5 la exigencia necesaria para acceder a la gratuidad de matrícula en esta etapa. "La equidad no basta", ha proclamado Wert, que insiste en que las becas tienen "cara B" y que es que "el estudiante que recibe ingresos de cierta cuantía, que representan un sacrificio importante para la sociedad que lo sufraga, tiene que corresponder con un rendimiento que no es de excelencia".
Es más, el ministro ha reconocido estar "dolido" por tener que haber "renunciado a las becas de excelencia" para poder mantener las "becas sociales", es decir, las del régimen general, una decisión de índole presupuestaria. "En el afán por preservar estas becas de base social, que son las becas generales, hemos tenido que renunciar a becas de excelencia basadas exclusivamente en el rendimiento y nos ha dolido mucho, porque yo creo que el sistema tiene que ser consistente en enviar señales de valor acerca del rendimiento y el esfuerzo", ha señalado.
Ideas que incluso le han valido la crítica velada del Partido Popular, que sigue apostando por la "igualdad de oportunidades", como ya han manifestado en varias ocasiones el vicesecretario de Organización, Carlos Floriano, y el portavoz del Grupo 'popular' en el Congreso, Alfonso Alonso. Sobre el partido ha preferido no pronunciarse, aunque Wert sí ha confirmado sentirse "específicamente amparado" por el resto del Ejecutivo. "Uno mismo no el mejor juez ni de sus virtudes ni de sus defectos", ha aseverado el ministro en referencia a la "soberbia intelectual" de la que muchos le acusan. "Si es así intentaré solventarlo", ha zanjado.