'The Economist' cuestiona la capacidad de Zapatero para sacar a España de la crisis
No obstante, el artículo indicó que Zapatero sólo ofreció medidas "tácticas" para "apaciguar" a los sindicatos, a los barones regionales y ahora al mercado de deuda.
"Sólo tiene unos pocos meses para tomar las decisiones drásticas que se necesitan para prevenir años de estancamiento, lo que podría desatar el desorden social que teme", continúa, en referencia al jefe del Ejecutivo.
"Retrasar el dolor sólo lo aumentará", continúa The Economist, que añade que si Zapatero no se siente capaz de empezar a liderar, muchos en su propio partido y los españoles corrientes podrían empezar a preguntarse por qué está en el Palacio de la Moncloa.
"España no es Grecia"
Sin embargo, The Economist reconoció que es cierto que "España no es Grecia", como demuestra que su deuda publica, comparada con el tamaño de su economía es menor que la de Reino Unido o EEUU, que no haya tenido que rescatar a sus bancos y que los temores de un posible contagio financiero hayan provocado una volatilidad en los mercados que no es natural.
En cambio, asegura los inversores tienen "buenas razones" para preocuparse por España.
El semanario recordó que el país tiene la tasa de paro más alta de Europa, un 19,5%; que su economía sigue en recesión, por lo que no crecerá considerablemente hasta el próximo año, y que su déficit fiscal se incrementó en el último año hasta el 11,4%, después de que la recesión redujera los ingresos fiscales y obligará a aumentar el gasto destinado al desempleo.
"Sin un retorno más rápido al crecimiento, la deuda pública se convertirá rápidamente en insostenible", añade.
En este sentido, "para empeorar las cosas", Zapatero parece que "no está a la altura".
Considera que fue "un líder popular en los buenos tiempos, durante el largo 'boom'" de la economía española pero se equivocó al no ver la crisis.
"Cuando tardíamente reconoció que la economía estaba en problemas, se equivocó al considerar que era una recesión importada de la que podría salir de forma segura", agregó.
Reacción "torpe y confusa"
alertó de que si persiste en su política de repartir dinero público, aumentar las pensiones y los salarios del sector público, mientras rehuye una reforma, llevará al país "a la ruina".
Cree que el Gobierno reaccionó con "torpe confusión" y lanzó de forma abrupta un plan de austeridad y un "vago esquema de la reforma del mercado de trabajo", para después retirar parte de ambos "cuando se desató la más mínima protesta".
Además, afirmó que los problemas de España empiezan en casa y consideró que el crecimiento, que hasta ahora se había basado en el mercado inmobiliario, debe venir de la inversión en otros sectores de la economía y las exportaciones.
Asimismo, cree que España se ha convertido en una economía de "alto coste y baja productividad" en relación al resto de Europa.
Asimismo, consideró un "disparate" afirmar que España está siendo la víctima, no sólo de un ataque especulativo, sino también de un complot dirigido por "la prensa anglosajona" para destruir el euro, y dice que la mejor respuesta para esta acusación es: "crece".